El ultraderechista Jair Bolsonaro denunció «problemas» con las urnas electrónicas que habrían impedido obtener una mayoría absoluta en la primera vuelta y evitar un balotaje en las elecciones presidenciales de Brasil.
«Estoy seguro de que si ese problema no hubiera ocurrido y tuviéramos confianza en el voto electrónico, ya tendríamos el nombre del presidente de la República decidido en el día de hoy», dijo Bolsonaro, sin llegar a denunciar explícitamente un fraude.
Bolsonaro obtuvo 46,18% de los votos y en tres semanas disputará la segunda vuelta con el izquierdista Fernando Haddad, que obtuvo 29,07%, tras el cómputo de la casi totalidad de los votos.
Durante la campaña, el controvertido ex militar ya había cuestionado abiertamente la fiabilidad del complejo sistema de voto electrónico en Brasil, e incluso advirtió de los riesgos de fraude. Pero en la última semana reiteró varias veces que aceptaría los resultados, fueran los que fueran.
Tras la divulgación de resultados oficiales, que confirmaron la segunda vuelta del próximo 28 de octubre, seguidores de Bolsonaro denunciaron fraude frente a la sede del Tribunal Superior Electoral (TSE) en Brasilia, constató la agencia internacional de noticias AFP.
En su intervención a través de la red social Facebook, el ex capitán de 63 años dijo haber «recibido muchas denuncias de urnas que tuvieron problemas» y afirmó que «hubo muchas reclamaciones», pero en ningún momento insinuó que no dará por bueno el resultado.
Durante el día, después de que uno de los hijos de Bolsonaro, Flavio Bolsonaro, que ganó un escaño en Senado, difundiera un video con supuestas irregularidades en una hora, la presidenta del TSE, Rosa Weber, defendió que el sistema brasileño es «infalible, ágil y seguro».
Al lado del economista liberal Paul Guedes, su gurú económico, Bolsonaro celebró la victoria, predijo una difícil segunda vuelta y prometió unir al país.
«No será fácil el segundo turno, ellos tienen miles de millones para gastar», agregó, apuntando a la maquinaria electoral del Partido de los Trabajadores de Haddad.