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Bolsa de Rosario criticó con dureza presión impositiva sobre el agro


La Bolsa de Comercio de Rosario hizo público este jueves «su fastidio e impotencia» por la manera «simple y expeditiva» con la que el gobierno nacional busca el déficit cero con una mayor carga impositiva sobre el sector agropecuario.

Los empresarios que operan en la Bolsa de Rosario, ubicada en torno a uno de los mayores polos exportadores de granos del mundo, se quejaron por la mayor carga impositiva, luego de que se conociera que a través de Bienes Personales también se pedirá «un esfuerzo extra».

Resulta que el proyecto de modificación de ese impuesto elimina la exención que había para las viviendas rurales en el pago de Bienes Personales, por lo que desde 2019 los campos que estén arrendados, inexplotados o afectados a explotaciones unipersonales pasarán a tributar.

En un comunicado, la Bolsa rosarina dijo que la solución de los problemas de déficit fiscal se planifica de forma «simple y expeditiva» para no recurrir a la «nefasta emisión monetaria» que genera inflación.

«Se incrementa la deuda pública o se sigue subiendo la presión impositiva sobre la actividad privada, y el pato de la boda –una vez más– será el sector agropecuario», se quejó la Bolsa de Comercio de Rosario.

Agregó que el gobierno y la oposición dialoguista parecen «no tomarse conciencia» que la producción soporta ya una «enorme carga tributaria total (nacional, provincial y comunal), que representa cerca del 45% de sus ingresos brutos».

En soja de primera, por ejemplo, un productor con campo propio en zona núcleo percibe un margen neto –luego de pagar todos los impuestos– que no alcanza a la mitad de la carga tributaria.

«Y en el norte la situación se agrava, el margen neto en campo propio equivale a la cuarta parte de los egresos fiscales», dijo la Bolsa.

Si, en cambio, lleva a cabo la explotación bajo arrendamiento en zona núcleo y con soja de primera, su margen neto –después de impuestos– es equivalente al 16% de toda la carga tributaria.

Y la presión fiscal aquí computada es solamente la visible en forma directa, ya que la cadena de producción y comercialización soporta además otros impuestos, como los que gravan los combustibles, el IVA sobre el valor añadido, impuesto a los ingresos brutos por la compra de insumos y otros bienes/servicios, derechos municipales y comunales, entre otros, dijo la Bolsa.

«Por otra parte, el fisco no asume riesgos, ya que recauda sin importar el resultado de la actividad productiva. Basta recordar lo que sufrieron los productores en la campaña 2017/18 con la peor sequía de los últimos 50 años», agregó la Bolsa.

Mientras tanto, continuó el comunicado, la administración pública en los tres poderes del Estado y en todos sus niveles, incluyendo organismos autárquicos y empresas públicas, dirigentes políticos, funcionarios, empleados públicos, en relación de dependencia y contratados, asesores, «continúan sosteniéndose merced al esfuerzo de un número cada vez más reducido de contribuyentes que ya no están en condiciones de soportar más cargas».

El proyecto Presupuesto 2019 incluye otorgar al Poder Ejecutivo la facultad de elevar la alícuota de derechos de exportación para los productos del complejo sojero hasta el 33% del valor imponible o precio oficial FOB, si lo considerara necesario.

Según el mensaje de elevación del presupuesto, en la campaña 2018/19 se revertirá el efecto negativo de la sequía, que golpeó al agro en el ciclo anterior, y se incrementarán un 30% las exportaciones del complejo sojero, que aportarán 0,2 por ciento del PBI.