Bolivia denunció este lunes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el intento de Chile de «repudiar» una eventual obligación de negociar un acceso al océano Pacífico para el país andino, al inicio de la última fase de su disputa ante este tribunal.
«Chile ha tratado de repudiar ese compromiso en 2011», dijo el representante boliviano ante la CIJ, el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, para quien esa negativa provocó que el gobierno de Bolivia llevara el caso ante esa corte de la ONU en 2013 con sede en La Haya (Holanda).
La Paz argumenta que Chile ofreció en diferentes momentos solucionar el tema de un acceso soberano al mar tras la Guerra del Pacífico de 1879-1883, cuando Bolivia perdió 120.000 km2 de territorio y sus únicos 400 km de costa, pero que no cumplió.
Y, en 2011, las palabras del entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien asumió de nuevo recientemente las riendas de su país, ante la ONU, asegurando que «no hay asuntos territoriales pendientes» con Bolivia, representa, a juicio de La Paz, la consagración del incumplimiento.
«Chile ha reconocido por más de un siglo el derecho de Bolivia de obtener un acceso soberano al océano Pacífico» mediante «acuerdos, promesas unilaterales y prácticas diplomáticas», defendió el presidente boliviano, Evo Morales, en una rueda de prensa en un hotel de La Haya.
Su objetivo es que los magistrados lleven a Chile a una «mesa de negociación», pero «no le pide» a la CIJ, creada en 1945 para resolver disputas entre Estados, que fije «las modalidades específicas del acceso soberano al mar», según Rodríguez Veltzé.
Vieja deuda
Con el inicio de los alegatos de Bolivia durante dos días, esta histórica disputa entre ambos países sudamericanos ante la CIJ entra en su última fase antes de fallo, que suele llegar meses después. Chile cerrará esta fase el 28 de marzo.
La tesis de Chile, es que si bien, a lo largo de su historia, ha dialogado con Bolivia para mejorar su acceso al Pacífico, no lo ha hecho como un reconocimiento de una obligación jurídica pendiente, sino como un acto de buena vecindad.
Actualmente, Bolivia puede utilizar los puertos marítimos chilenos, tal como prevé el Tratado de Paz de 1904, donde «Chile reconoce en favor de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico».
«El régimen de tránsito comercial no es exactamente un cuento de hadas», apuntó Rodríguez Veltzé ante los magistrados, máxime cuando Bolivia denuncia los efectos económicos negativos cuando ese tránsito se ve afectado por huelgas de funcionarios de aduanas o puertos chilenos.
Según Payam Akhavan, especialista en derecho internacional y consejero de Bolivia, «un derecho de tránsito comercial no significa un acceso soberano» al océano Pacífico como reclama Bolivia, junto a Paraguay, los únicos países del continente americano sin costa.
«Esta es una vieja deuda que necesita ser saldada», dijo a la AFP Amancay Colque, mientras sostenía una gran bandera frente al Palacio de la Paz, sede de la CIJ, y adonde se desplazaron una veintena de activistas bolivianos desde toda Europa.
Morales, Piñera, Antofagasta
La expectación es alta. El presidente boliviano, quien aspira a su reelección en 2019 en un continente cuyos gobiernos viran hacia la derecha, se desplazó incluso a La Haya como parte de la delegación boliviana, algo inusual.
Y, aunque la disputa se centra en la «obligación de negociar un acceso al océano Pacífico», la cuestión fronteriza sobrevolaba el ambiente, incluso con cruces de tuits entre Morales y Piñera sobre la otrora ciudad boliviana de Antofagasta.
«De acuerdo al tratado de 1904, Antofagasta ha sido, es y seguirá siendo chilena», tuiteó el chileno en respuesta a un tuit anterior de su par boliviano defendiendo su soberanía. En rueda de prensa, Morales no fue tan claro, limitándose a denunciar un tratado «impuesto, injusto e incumplido».
Desde Chile, el inquilino del Palacio de la Moneda reiteró la posición de su país de que no tienen nada que negociar, pero abrió la puerta a «escuchar y dialogar con Bolivia» como «la mejor forma de conducir las relaciones entre dos países vecinos».
Más allá de ambos países, que sólo tienen relaciones a nivel consular desde 1978 tras un fallido acercamiento, los alegatos y la futura decisión del tribunal también serán seguidos de cerca en Perú, país aliado de Bolivia en el conflicto del siglo XIX.
Perú firmó un acuerdo con Santiago en 1929 que establece que debe ser consultado, si Chile decidiera ceder en algún momento a Bolivia un territorio que fue peruano antes de la guerra.
Chilenos y bolivianos enfrentan un segundo proceso en trámite en la CIJ, por el uso de las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece.