El mandatario de Jujuy publicó un irónico mensaje en su cuenta de Twitter saludando por su cumpleaños al trabajador de prensa. Lo hizo recordando su pasado como montonero y con el fallo contra Milagro Sala como telón de fondo
Que un gobernador, como es el caso de Gerardo Morales, dedique su tiempo a fustigar mordazmente por las redes sociales a un periodista o a cualquier persona por razones ideológicas o políticas en el marco de una causa judicial, marca el bajo nivel cultural al que ha descendido desgraciadamente la política argentina y pone de manifiesto el anhelo de buena parte de la dirigencia en generar divisiones y rencores que siempre han puesto a la Patria en estado de postración.
El caso puntual lo protagonizó este jueves por la tarde el mandatario de Jujuy, al burlarse del periodista Horacio Verbitsky en el marco de su cumpleaños. El mensaje, donde pareció recordarle su pasado Montonero con ironía, tiene como telón de fondo el fallo contra la dirigente Milagro Sala.
Feliz cumple @VerbitskyH , y hablando de bombas, que la pases BOMBA!!
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) February 11, 2021
El Máximo Tribunal rechazó este jueves de manera unánime un recurso de queja presentado por la defensa de Sala y dejó firme una condena a dos años de prisión.
«Feliz cumple @VerbitskyH, y hablando de bombas, que la pases BOMBA!!», tuiteó Morales luego de que se conociera el fallo.
La condena firme dispuesta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por un caso de amenazas de Milagro Sala confirma que en Jujuy hay causas concretas por hechos concretos de violencia y corrupción. (+)
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) February 11, 2021
Verbitsky es el periodista que más cuestiona a Morales por medio de su sitio El Cohete a la Luna (donde lo llama «el Trump de la Puna») y viene protagonizando el pedido de liberación de la líder de la Tupac Amaru, cuya abogada era Elizabeth Gómez Alcorta, actual ministra de Mujeres de Alberto Fernández.
Morales lo acusó en el pasado de intentar incidir en la justicia jujeña y hasta llegó a tildarlo de «homicida» y de tener las «manos manchadas de sangre» por su pasado en la organización guerrillera Montoneros.