"El país está avanzando de nuevo", celebró el presidente
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cumple 100 días de un gobierno marcado por una exitosa campaña de vacunación contra el coronavirus y una masiva inyección de dinero para recuperar la economía que ayer ratificó, al instar al Congreso a aprobar una inversión pública «como solo se hace una vez en una generación».
«El país está avanzando de nuevo», celebró Biden en su primer discurso en una sesión conjunta de ambas cámaras del Capitolio y puso como ejemplo la acelerada campaña de inmunización y el gigantesco paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares aprobado por las bancadas oficialistas sin votos de la oposición.
Sobre el primer punto, destacó que para hoy el país ya habrá administrado más de 220 millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 y subrayó tres logros concretos: «Hoy el 90% de los estadounidenses viven a menos de 5 millas (poco más de ocho kilómetros) de un centro de vacunación, 70% de los mayores de 75 años están completamente protegidos y más de la mitad de los adultos en el país tienen al menos una dosis».
Si bien la curva de contagios había comenzado a descender cuando asumió, Biden no solo consiguió mantener esa caída, sino que está logrando amesetarla en un nivel similar al de la primera ola del año pasado, un dato considerable ya que en Europa, América Latina y algunos países asiáticos las últimas olas fueron peores que las de 2020.
La lucha contra la pandemia en el país del mundo con más casos y muertos por coronavirus fue una de las prioridades cuando llegó a la Casa Blanca el 20 de enero en un país dividido tras los cuatro años de presidencia de Donald Trump y sus últimos meses en el poder, en el que exacerbó la violencia al no reconocer su derrota en las elecciones.
La contención del virus además es un requisito para la otra prioridad: una recuperación económica tras la mayor contracción del PBI desde la Segunda Guerra Mundial y que sea sostenible además en la competencia internacional. Sobre ese tema también habló ayer ante un auditorio reducido por las medidas sanitarias del coronavirus: “El FMI estimó que nuestra economía crecerá un 6%. Estados Unidos está avanzando y no podemos detenernos ahora. Estamos en un momento de inflexión frente a la competencia de países como China». “Tenemos que hacer una inversión como la que solo se hace una vez en una generación”, propuso en ese sentido.
El demócrata volvió a pedir que el Congreso apruebe el ambicioso plan para modernizar y ampliar la infraestructura nacional de 2,3 billones de dólares que ya presentó y sumó otras dos iniciativas millonarias: un plan nacional para crear trabajos y otro destinado a las familias estadounidenses. «Todas las inversiones dedicadas a crear puestos de trabajo tendrán un principio base: comprar productos nacionales», prometió y dijo que esos empleos no dejarán afuera a la población de menores recursos que no suelen poder alcanzar una educación superior.
«Vamos a garantizar mejor acceso a una mejor educación», afirmó al presentar su plan para las familias estadounidenses y destacó dos puntos: un recorte impositivo por cada hijo y cuatro años más de educación gratuita, para la primera edad -niños de tres y cuatro años- y para al menos dos años de colegios superiores comunitarios, después de la secundaria.
Biden además repitió su promesa de campaña de no aumentar los impuestos a los que ganan menos de 400.000 dólares anuales y pidió volver a la carga impositiva para las grandes fortunas que existía durante el Gobierno republicano de George W. Bush y que modificó Trump en su reforma tributaria.