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El director murió a los 77 años

Bernardo Bertolucci, un gran cineasta entre la política y el escándalo


El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, fallecido este lunes a los 77 años en Roma, se dio a conocer con «Novecento» (1976), un recorrido por la historia de la lucha de clases en Italia convertido en un clásico, y con el escándalo mundial que provocó «El último tango en París» (1972).

Atraído por la investigación pero también por las relaciones de los individuos con la historia, es uno de los pocos cineastas italianos en haber desarrollado una parte de su carrera en el extranjero.

En «El último tango en París», Marlon Brando, entonces verdadera leyenda viva, interpreta uno de sus últimos grandes papeles. Pero una escena de sodomía considerada atrevida en el momento provocó la prohibición de la película en Italia.

Según contó Bertolucci después, la joven actriz Maria Schneider, que entonces tenía 19 años, se había visto profundamente afectada por la escena que simulaba sodomía ya que no había sido plenamente informada antes del rodaje del contenido, sobre todo el famoso momento en que se usa manteca.

París fue también el escenario de su última película «Los soñadores» (2003).

Rodó también en China («El último emperador»), África («El cielo protector» o «Refugio para el amor») y Bután («El pequeño Buda»).
Nacido el 16 de marzo de 1941 en Parma, en el noreste de Italia, donde tiene lugar su película «Antes de la revolución» (1964, premio de la crítica en Cannes) , Bertolucci creció en un entorno rico e intelectual.

Empezó a apasionarse por el cine a través de «La Dolce Vita» de Federico Fellini. Su padre, poeta, profesor de historia y crítico de cine, le regaló su primera cámara de 16mm a los 15 años.

En Roma, donde estudió literatura, conoció a Pier Paolo Pasolini y le ayudó en el rodaje de «Accattone». También fue guionista de «Érase una vez en América» («Hasta que llegó su hora» en España), de Sergio Leone (1968), un arquetipo del «spaghetti western».

En «El Conformista», una película inspirada en una novela de Alberto Moravia, Bertolucci, miembro del partido comunista italiano, arrojó luz sobre las motivaciones de un joven burgués para comprometerse con los fascistas de Mussolini.

El éxito de «El último tango» –filme en el que el legendario saxofonista rosarino Leandro «Gato» Barbieri interpretó su inolvidable banda sonora– le permitió realizar tres años más tarde «Novecento», que recorre la historia de la lucha de clases en el rico valle del Pô a través del destino de dos amigos de infancia a principios del siglo XX.

La película tiene un prestigioso reparto internacional, con Robert De Niro, Gérard Depardieu, Burt Lancaster y Dominique Sanda, entre otros.
La pasión de Bertolucci por el psicoanálisis se manifestó también en «La luna», que escenifica las perturbadas relaciones entre un artista lírico y su hijo adolescente.

Pero la consagración vino con «El último emperador», con la que ganó nueve premios Óscar en 1988, entre ellos el de mejor película, mejor escenario y mejor realizador. Esta película suntuosa sobre la vida del último emperador chino tuvo un éxito sin precedentes en todo el mundo.

Después de «El cielo protector» (o «Refugio para el amor») y «El pequeño buda», Bertolucci regresó a Italia para rodar «Belleza robada» (1996), la historia de un viaje iniciático a Italia de una joven cuya madre se suicidó.

En 2003, Bertolucci regresa a París con «Los soñadores», su última película, que retrata las pasiones políticas y la revolución sexual en 1968.
En septiembre de 2007 el cineasta, que en los últimos años iba en silla de ruedas, recibió un León de Oro en el Festival de Venecia por el conjunto de su obra.

En una entrevista con la AFP en 2013, aseguró que permanecería probablemente en los corazones de los amantes del cine como «el que descubría actrices jóvenes», tras haber incluido en sus películas a Dominique Sanda, Maria Schneider, Liv Tyler o Eva Green.