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Berlusconi recibió el alta tras estar internado por problemas cardíacos


El ex primer ministro italiano había sido internado en un hospital del principado de Mónaco por una arritmia cardíaca

El magnate y exjefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, de 84 años, salió este viernes de un hospital del principado de Mónaco donde se encontraba internado afectado por una arritmia cardíaca, informó la agencia de noticias AFP, que citó a un vocero de su partido.

El político salió del Centro Cardiotorácico poco antes del mediodía en un automóvil Mercedes Benz negro, con vidrios polarizados y placas de Italia, dijo la agencia de noticias francesa.

El portavoz de Forza Italia, el partido de Berlusconi, señaló ayer que, «Il Cavaliere» había sido internado el lunes para realizarse una serie de «exámenes» y que «en pocos días» sería dado de alta.

«Deseo tranquilizar a todo el mundo: estoy bien de salud», escribió el exprimer ministro en Facebook tras recalcar que estaba internado por precaución para realizar exámenes médicos.

Berlusconi estuvo internado en un hospital de Italia en septiembre durante 11 días por haberse contagiado de coronavirus, algo que describió como «el peor trance» de su vida.

El magnate italiano se hallaba desde hace días en Valvonne, donde suele pasar largas temporadas en la mansión francesa de su hija Marina, en Chateauneuf-de-Grasse, a 35 kilómetros de Niza, en una villa de mediados del siglo XIX, con unos 100.000 metros cuadrados de terreno y localizada a unos 50 kilómetros de Mónaco.

Nacido el 29 de septiembre de 1936 en una familia acomodada de Milán, Berlusconi mostró su vocación por los negocios desde la adolescencia, cuando estudiaba en el colegio de los salesianos.

Fundó uno de los imperios industriales y financieros más poderosos de Europa antes de entrar en política a mediados de la década del 90.

Dueño del holding Fininvest y del grupo de televisión Mediaset, fue propietario también del club de fútbol Milan y era reconocido desde principios de la década de 2000 y por diez años como dueño de la primera fortuna de Italia.

Pese a las críticas y controversias, el multimillonario fue durante 20 años el «líder máximo» de la derecha italiana. Su último mandato, de 2008 a 2011, estuvo marcado por los excesos y abusos en el ejercicio del poder.