Mundo

Barack Obama: “Todavía me quedan algunos cartuchos por quemar”


Además, el ex presidente de los Estados Unidos defendió a Joe Biden, próximo mandatario de la Casa Blanda

El expresidente demócrata de Estados Unidos Barack Obama no duda de que el presidente electo, Joe Biden, y la nueva vicepresidenta, Kamala Harris, harán desde la Casa Blanca «lo que esté en su mano para unificar» al país, una tarea, destaca, que «no será fácil».

En una entrevista que publica este domingo el periódico español La Vanguardia, afirma que «todavía me quedan algunos cartuchos por quemar», aunque descarta ocupar algún cargo en el gobierno que forme Biden, de su mismo partido.

Por medio de respuestas enviadas por correo electrónico con motivo de la publicación de su libro «Una tierra prometida», Obama indica que, cuando él llegó a la Presidencia (2008), «el país no parecía estar tan dividido ni fracturado».

«Actualmente -explica-, hay una combinación de diferencias políticas, culturales, ideológicas y, en algunos casos, religiosas y geográficas que parecen más insalvables las diferencias de opinión en cuanto a las políticas que más contribuirían al crecimiento del país».

Obama y Joe Biden

Según considera, «mucho de esto tiene que ver con los cambios que se han producido en la manera en que la gente se informa», de manera que «la percepción de la realidad de quienes siguen Fox News será diferente de la de aquellos que leen The New York Times».

A esto hay que sumar «el auge de las redes sociales» y «la tendencia de la gente a informarse sólo en medios ideológicamente afines».

Obama cree, además, que «Estados Unidos tiene la obligación moral y política de promover un orden internacional basado en valores universales y en reglas y normas claramente establecidas».

«Todos los países del mundo -indica- están lidiando con una pandemia que coexiste con otros desafíos a los que llevamos mucho tiempo haciendo frente: los refugiados, las perturbaciones económicas, el tribalismo, entre otros».

Obama propone que la respuesta no sea «un simple rechazo a la integración mundial», sino un esfuerzo constante «en el plano internacional para hacer posible un mundo mejor».