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Baja la participación en las protestas de los «chalecos amarillos»


Los «chalecos amarillos» volvieron a manifestarse este sábado en las calles de Francia, casi tres meses después del inicio de las protestas, en una jornada con una participación cada vez menor, pero donde los incidentes persistieron en ciudades como París, donde un manifestante perdió una mano en enfrentamientos con la policía.

La caída de convocatoria volvió a notarse hoy entre los chalecos amarillos, el ministerio del Interior informó que unas 4.000 personas manifestaron en París y poco más de 50 mil en toda Francia, mientras que 21 personas fueron detenidas, según reportó el diario Le Figaro.

Desde que el Gobierno retrasara la subida de los impuestos sobre el carburante -el origen de la contestación de los chalecos amarillos- y el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara medidas en favor del poder adquisitivo, el número de participantes ha caído significativamente (287.710 personas el primer sábado en noviembre frente a los 58.600 la semana pasada).

Los chalecos amarillos tienen múltiples reivindicaciones, que van desde una mejora del poder adquisitivo a una mayor justicia social y fiscal, pasando por una democracia más horizontal o la exigencia de referendos ciudadanos.

Foto: AFP

La jornada comenzó con las condenas y la indignación de todos los partidos políticos por el incendio doloso producido en la casa de Richard Ferrand, presidente de la Asamblea Nacional (Diputados).

Este nuevo ataque se suma a los, al menos, unos cincuenta parlamentarios que sufrieron daños a sus bienes e intimidaciones durante los casi tres meses que lleva esta heteróclita protesta social, según dio cuenta el diario Le Parisien.

En París, la marcha recorría las principales instituciones del país, desde el Arco del Triunfo hasta los Campos de Marte, pasando por la Cancillería, la Asamblea Nacional (Diputados) y el Senado.

Un par de horas después de un comienzo tranquilo, los enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios tuvieron por escenario las puertas de la Asamblea Nacional, cuya fachada se encuentra en obras.

Un grupo trató de forzar las vallas del Parlamento a lo que los agentes respondieron con granadas de dispersión y gases lacrimógenos.

Según la versión de uno de los agentes recogida en el canal de noticias BFM TV, un hombre de unos 30 años recuperó el artilugio para lanzarlo contra los policías pero éste le explotó en la mano, lo que le arrancó cuatro de sus dedos, indicó a la agencia EFE la Prefectura de Policía.

Desde hace semanas, los manifestantes critican con frecuencia la peligrosidad del arsenal utilizado por las fuerzas de seguridad, en especial las granadas llamadas de dispersión y los lanzadores de balas de goma, que provocaron graves heridas a más de 400 personas.

Aunque todavía se desconocen las causas del incidente, según un testigo entrevistado por la radio France Info, la mano fue arrancada por una granada de dispersión lanzada por la policía para alejar a los manifestantes cuando se acercaban a la entrada de la Asamblea Nacional.

Otros incidentes esporádicos se produjeron a lo largo de la manifestación en la capital francesa, especialmente en los alrededores del Arco del Triunfo y en torno a la Torre Eiffel.

Las tensiones se repitieron en las ciudades de Burdeos, marsella, Toulouse, Rennes, Nantes, Lille, Brest y Lyon.