La presidenta chilena, Michelle Bachelet descartó que su gobierno pretenda imponer «restricciones» a la posibilidad de que el papa Francisco se refiera al conflicto marítimo con Bolivia durante la visita que hará a su país entre el 15 y el 18 de enero próximos.
Bachelet consideró además que la visita del pontífice a la zona de la Araucanía «es una oportunidad» para entender la problemática mapuche.
«Como es obvio, en una visita de carácter pastoral el Papa tiene la libertad de expresar lo que estime que es bueno para el pueblo católico», aseveró Bachelet consultada por Télam sobre una eventual preocupación de que Jorge Bergoglio se refiera en suelo chileno al conflicto vigente con Bolivia por la salida al mar que se encuentra en el Tribunal Internacional de La Haya.
En noviembre, miembros de la diplomacia trasandina habían planteado una sugerencia a la Santa Sede para que se «abstuviera» de opinar sobre el litigio hasta que se expida la corte internacional.
«No nos corresponde a nosotros hacer juicios al respecto, menos aún imponer restricciones», planteó la mandataria a 20 días de la llegada de Francisco.
«Por otro lado, Chile es un país democrático que respeta la libertad de expresión como norma general, así que con mayor razón no corresponde que estemos pautando a nadie», agregó Bachelet.
Acompañado por Télam y otros medios a bordo del avión papal, Francisco llegará a Chile el lunes 15 por la tarde para iniciar una visita en la que recorrerá Santiago el martes 16, la sureña Temuco el miércoles 17 y la norteña Iquique el jueves 18, antes de seguir viaje hacia Perú.
En 2015, durante su visita a Bolivia, Bergoglio aseguró que el «diálogo es indispensable» para resolver la disputa de soberanía abierta luego de la guerra del Pacífico, a fines del siglo XIX, por la que Bolivia perdió una franja costera que le daba salida al mar
«Por lo demás, las diferencias que Bolivia ha manifestado respecto a nosotros se encuentran en un proceso en tribunales internacionales y siguen su curso estrictamente institucional», planteó la mandataria en esa dirección.
Bachelet, que se consideró «no cristiana» pero reconoció compartir «muchísimo los valores humanistas» que expresa el pontífice, aseveró también la importancia de la visita que Bergoglio hará al sur del país.
«Nosotros creemos y propiciamos el diálogo siempre. Sin duda, en la Araucanía hay tareas pendientes importantes, y en ese sentido creo que la visita del Papa a la región es una oportunidad para tratar de entendernos en las diferencias, en la tolerancia y la aceptación de que hay miradas distintas», explicó la mandataria, que dejará su cargo el próximo 11 de marzo.
«Por otro lado, como país hemos ido reconfigurando la relación con nuestros pueblos indígenas, con una amplia participación, y con medidas bien concretas como el Plan Araucanía, que precisamente es el resultado de una mesa de trabajo regional, y que contempla nuevas formas de participación y reparación, como la inclusión en el Proyecto de Nueva Constitución las propuestas emanadas del Proceso Constituyente Indígena, que fue muy exitoso y legitimado por organismos internacionales», explicó sobre las líneas trazadas por su administración en referencia a la problemática indígena.
«Ese será el contexto en que el Papa visite la zona, y nosotros confiamos en que el clima de paz y fraternidad que genera el Papa sea el marco para su visita», destacó Bachelet.
Ante una visita para la que se espera que crucen la Cordillera miles de argentinos, Bachelet planteó que «será un honor y privilegio compartir con todos ellos y ellas la alegría de recibir a este Papa argentino».
«Que se sientan parte de esta comunidad del cono sur de América que celebra esta visita como un gran acontecimiento y que agradece la presencia de Francisco por estas tierras», expresó la mandataria ante la cuarta visita del pontífice al subcontinente, tras Brasil (2013), Ecuador, Bolivia y Paraguay (2015) y Colombia (2017).