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Italia se prepara para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones


El presidente italiano Sergio Mattarella podría disolver las cámaras de Diputados y Senadores esta semana para convocar a nuevas elecciones que, con fecha posible para marzo próximo, renovarán por completo el Parlamento.

Mattarella anunciaría este jueves la disolución de las dos cámaras a la presidenta de Diputados Laura Boldrini y al del Senado Pietro Grasso para liberar así el llamado a nuevas elecciones que podrían ser el 11 o el 18 de marzo del año próximo.

El llamado a nuevos comicios incluiría también el pedido de Mattarella para que el actual primer ministro Paolo Gentiloni y su gabinete se mantengan «en funciones» («in carica», según la figura constitucional) hasta la formación de un nuevo gobierno luego de las elecciones.
Según la Constitución italiana, la duración de los mandatos de los 630 diputados y 310 senadores elegidos en 2013 es de un máximo de cinco años desde su asunción en marzo de ese año.

Las nuevas elecciones, que deben hacerse según la carta magna en un plazo de entre 45 y 70 días tras la disolución del Parlamento, se regirán bajo la ley electoral conocida como «Rosatellum bis», aprobada en octubre de este año y que propone un sistema mixto entre proporcional y mayoritario.

El oficialista Partido Democrático, en el poder desde 2013, presentará como candidato a su secretario general y Premier entre febrero de 2014 y diciembre de 2016, Matteo Renzi, según lo planteado en los estatutos de la fuerza.

La principal fuerza opositora, el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), nacido en 2008 como respuesta antisistema a la crisis económica europea, ya formalizó en tanto a su candidato a Premier, el diputado Luigi Di Maio, que con 31 años aspira a ser el primer ministro más joven de la historia de la república italiana.

El tercer bloque fuerte de la política italiana según los últimos sondeos es la alianza de centroderecha que a inicios de mes se alzó con la gobernación de la isla de Sicilia.

La alianza de centroderecha elegirá su candidato entre un representante de la Liga Norte (con seguridad Matteo Salvini), uno de Hermanos de Italia (que puede ser su referente Giorgia Meloni) y un miembro de Fuerza Italia, que puede ser el ex Premier SIlvio Berlusconi si el tribunal de Estrasburgo le retira a tiempo la inhabilitación para ocupar cargos públicos que le pesa hasta 2019.

Tras el llamado a los próximos comicios, que pondrán en juego también los cuatro diputados y dos senadores elegidos entre los italianos residentes en América Latina, el Parlamento no volverá a sesionar hasta la elección de sus nuevos integrantes.

En ese marco, una hipótesis minoritaria que manejan algunas fuentes legislativas es que la disolución de las cámaras se alargue hasta mediados de enero para permitir que en la primera quincena del año se trate el proyecto que busca ampliar la ciudadanía a hijos de inmigrantes nacidos en el país.

En las elecciones de febrero de 2013, el Partido Democrático se alzó con la mayoría de las bancas en las dos cámaras y logró formar un gobierno de acuerdo con Enrico Letta recién en abril de ese año, tras la imposibilidad de que el entonces cabeza de lista Pier Luigi Bersani no consiguiera los suficientes respaldos legislativos.

Luego de menos de un año de gobierno de Letta, un acuerdo entre el PD y Fuerza Italia conocido como «el pacto del Nazareno» logró catapultar a Renzi como primer ministro durante más de dos años, hasta su renuncia en diciembre pasado tras perder un referéndum sobre la refoma constitucional que impulsaba.

En los últimos comicios, fueron elegidos para la Cámara de Diputados los ítalo-argentinos Mario Borghese y Ricardo Merlo y como senador el médico Claudio Zin, aunque según allegados al ex ministro de salud bonaerense no intentará renovar su banca el año próximo.