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Avanza desarrollo de test nacional para detección de hongo que afecta a inmunosuprimidos


Fue derrarrollado por investigadores de Conicet. Permite la detección en sangre y otro en orina del Histoplasma capsulatum, un hongo que afecta principalmente a personas inmunosuprimidas (como aquellas con VIH/sida, trasplantadas, etc.)

Por: Natalia Concina/ Télam 

Investigadores de Conicet desarrollaron un test que permite la detección en sangre y otro en orina del Histoplasma capsulatum, un hongo que afecta principalmente a personas inmunosuprimidas (como aquellas con VIH/sida, trasplantadas, etc.), que puede ser mortal si no es tratado a tiempo y para el que actualmente sólo hay kits de detección importados, lo que dificulta el acceso al diagnóstico en tiempo y forma.

«La histoplasmosis diseminada progresiva (HDP) es una forma clínica de una enfermedad producida por el hongo Histoplasma capsulatum. El término diseminado progresivo refiere al crecimiento y multiplicación continua del hongo en otros órganos y sistemas, además del pulmón, que es el primer órgano afectado», explicó a Télam la investigadora de Conicet María Lujan Cuestas, líder del proyecto y jefa del Laboratorio de Micología en el Instituto de Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica (IMPaM, Conicet-UBA).

Y continuó: «Esta forma clínica puede resultar de la reactivación de focos latentes de una infección previa no tratada o ser consecuencia de una nueva infección, especialmente en pacientes inmunosuprimidos como individuos con VIH/sida».
La especialista explicó que «la gravedad de la infección depende en gran medida de la carga fúngica inhalada y del estado inmunológico del individuo; con el desarrollo de la inmunidad adecuada, la afección pulmonar y extrapulmonar se resuelve en el 95% de los casos».

Sin embargo, en los individuos incapaces de desarrollar una respuesta inmune adecuada, suele desarrollarse el cuadro de HDP y las complicaciones pueden derivar en problemas pulmonares graves, ulceraciones mucocutáneas, meningitis crónica, fibrosis mediastinal e incluso la muerte.

En este contexto, Cuestas describió que «el diagnóstico de la HDP constituye aún un desafío en muchos países de América Latina; el diagnóstico definitivo se establece mediante el aislamiento del microorganismo o por la identificación del hongo en muestras clínicas, aunque ambos procedimientos tienen una sensibilidad limitada (se detecta en pocos casos)».

Asimismo, los cultivos del hongo pueden demorar tres o cuatro semanas, y requieren de laboratorios con nivel 3 de bioseguridad.
«Las pruebas moleculares no han sido suficientemente validadas, sus costos son elevados, no se dispone de kits comerciales y su sensibilidad para la identificación de la HDP es baja; por su parte, la detección de anticuerpos por las técnicas actuales presenta baja sensibilidad en individuos inmunocomprometidos», explicó.

En cambio, la investigadora explicó que «los ensayos de detección de antígenos probaron ser una herramienta sensible y rápida para el diagnóstico de HDP; sin embargo, los pocos kits comerciales disponibles para la detección de antígeno urinario de Histoplasma poseen un elevado costo, por lo cual sólo son realizados en pocos laboratorios del país y la región».

Foto Gentileza Conicet

Foto: Gentileza Conicet

En este escenario, un equipo de investigadores liderados por Cuestas y por Alejandro David Nusblat, del Instituto de Nanotecnología (UBA-Conicet), desarrollaron dos sistemas de diagnóstico basados en un nuevo biomarcador: una proteína recombinante fúngica, llamada HC100.

«Los que desarrollamos fue un kit permite su detección en orina y otro en sangre. El desempeño de nuestra técnica para análisis de orina fue superior al comercial. La detección de Hcp-100 urinario por nuestro kit demostró ser una herramienta sensible y específica mostrando una mayor sensibilidad (89,3% vs 82,1%) y especificidad (97,0% vs 90,9%) que el kit comercial», destacó Cuestas. Y agregó «que la técnica para análisis de sangre también demostró una alta sensibilidad».

Estos resultados se describieron en las revistas Mycoses y Diagnostic Microbiology and Infectious Disease.
«En la actualidad estamos validando los kits de diagnóstico con mayor cantidad de muestras de sangre y orina de individuos con histoplasmosis y otras patologías similares ya que es necesario poder diferenciarlas y estamos en tratativas en realizar un estudio multicéntrico en el país», contó Cuestas.

«Además -dijo- actualmente estamos comenzando a desarrollar kits para diagnosticar otras patologías fúngicas prevalentes en nuestro país».

En caso de superar exitosamente las pruebas de validación, el siguiente paso es escalar la producción de los reactivos.
«Este desarrollo permitirá que todos los hospitales y centros de salud de nuestro país puedan diagnosticar de manera rápida y económica la histoplasmosis diseminada progresiva; también se apunta a comercializar estos test fuera de nuestro país», señaló.

En la actualidad, se calcula una incidencia anual de entre 100 mil a 300 mil casos de HDP en pacientes HIV/sida en todo el mundo, de los cuales aproximadamente 80 mil mueren a causa de esta micosis; de hecho, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha incluido la histoplasmosis diseminada como una de las infecciones oportunistas que definen el sida desde 1987.

«Además de este grupo de individuos, en la última década se ve un aumento marcado en la incidencia de la histoplasmosis en enfermos con otras patologías que requieren tratamiento con corticoides, antitumorales, trasplantados de órganos sólidos y muchos de pacientes con enfermedades autoinmunes. No obstante, no hay estudios serios que refieran el número de casos», comentó Cuestas.

Del desarrollo de los kits también participaron Carolina Rodríguez Laboccetta, María Agustina Toscanini y Víctor Fernández Briceño, del IMPaM y de Nanobiote; Agustín Videla Garrido, Katherine Hermida y Alejandro Etchecopaz del IMPaM; Gladys Posse, del Laboratorio de Micología del Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas; Ruth Valdez y Yone Chacón, del Laboratorio de Micología del Hospital Señor del Milagro de Salta.