El presidente de Zimbabwe, Emerson Mnangagwa, salió ileso este sábado de un ataque durante un acto electoral en la segunda ciudad más importante del país, Bulawayo, en el que varias personas resultaron heridas.
«El presidente Mnangagwa no ha resultado herido y está en la State House de Bulawayo (residencia presidencial en la ciudad)», afirmó el portavoz del mandatario, George Charamba, citado por el diario estatal The Herald. «Se están efectuando investigaciones y más detalles se harán públicos. Ha habido múltiples intentos contra la vida del presidente durante los últimos cinco años», agregó Charamba, citado por la agencia de noticias EFE.
El vicepresidente, Constantino Chiwenga, que también asistía al mitin, se encuentra igualmente a salvo. El estallido tuvo lugar segundos después de que el presidente bajara del escenario, escoltado por guardaespaldas, soldados y dirigentes de su partido.
Vídeos publicados en las redes sociales muestran cómo la explosión destroza parte del escenario del mitin, al que asistían miles de personas, mientras se ve a gente que huye buscando refugio. La explosión causó varios heridos, si bien se desconoce el número y la gravedad, según informó la radio estatal ZBC.
Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe – Frente Patriótico (ZANU-PF), daba un discurso con motivo de las elecciones presidenciales del próximo 30 de julio, las primeras desde la caída del ex presidente Robert Mugabe. Estas comicios son también los primeros desde la independencia de Zimbabwe del Reino Unido en 1980 en los que no se postula como candidato Mugabe, de 94 años, que vive recluido en su mansión de Harare desde el golpe militar que le derrocó en noviembre pasado.
El Gobierno de Mnangagwa, cuyo principal rival es el líder del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Nelson Chamisa, ha prometido unas elecciones libres e imparciales, frente a las acusaciones de violencia, corrupción e intimidación que empañaron las votaciones celebradas con Mugabe en el poder.
Los comicios de Zimbabwe serán supervisados, entre otros, por observadores europeos, algo inédito desde 2002, cuando el Ejecutivo de Mugabe expulsó al jefe de la misión electoral de la Unión Europea (UE). EFE