Espectáculos

CRÍTICA

Perfecta combinación entre la aventura y la ciencia ficción


Por Santiago Fiszbein

Se estrenó Jurassic World: el reino caído y uno piensa que es más de lo mismo, pero no es tan así.

A fin de cuentas el sueño de John Hammond (Richard Attemborough) se cumplió en la película de 2015, en donde el parque abrió sus puertas al público. Todo se desmadra al haber creado una nueva especie incontrolable llamada Indominus Rex, diseñado con diferentes ADN, pero hay un grupo de velocirraptores que son entrenados, pero quieren utilizarlos como armas experimentales.

Hoy la isla está en peligro ya que un volcán está a punto de estallar y eliminar a todo ser vivo que habite la zona. El gobierno de Estados Unidos no quiere retirar a los animales, pero un magnate quiere salvar a los animales para ubicarlos en otro habitat. Para eso convocan a Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) ex científica de Jurassic World para que encuentre a un velocirraptor en especial: Blue. Para ello necesitará la ayuda de Owen Grady (Chris Pratt) ex entrenador del animal. Pero hay un giro inesperado en la trama.

Y ese giro es lo que interesa en esta película que se sale por momentos de la saga, para meterse en temas de evolución, de convivencia, de ecología, preservación y hasta de utilizar a estas criaturas como material bélico.

Por este motivo se puede ver una película más sólida y corriéndose un poco de usar la expresión: «Estamos viendo más de lo mismo».

Puede que tenga aires de «remake» como la tuvo su antecesora. Aquí puede que se vea algo similar a El mundo perdido: Jurassic Park, pero es mucho más interesante y con un guión sin tantos baches.

La tensión con la aparición de la estrella de la película, el Indoraptor, es extrema y hasta terrorífica.

Jurassic World: el reino caído es una cinta que está a la altura de su predecesora y que supera las secuelas de la original.

Calificación Buena.