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Aseguran que el costo de vida en Rosario aumentó 14% durante la pandemia


El Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (Ceso) hizo un relevamiento en los principales barrios de Rosario y advirtió que una familia tipo necesita más de 56 mil pesos por mes

Desde el 20 de marzo hasta el final de junio, una familia tipo de los barrios populares de Rosario necesitó más de 56 mil pesos para solventar el costo de vida. En marzo, se necesitaban poco más de 49 mil pesos, lo que marca un aumento del 14%. Estos datos reflejan un incremento interanual del 55%. Este resultado también se ve afectado por las medidas de congelamiento de precios y la disminución de la actividad económica.

Según datos del Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (Ceso), en junio una familia rosarina necesitó 56.172 pesos para comprar lo mínimo e indispensable para vivir y en poco más de cuatro meses, ese costo subió más de 7 mil pesos. Es decir, en marzo se necesitaban 49.131 pesos.

El Ceso registra y compara regularmente el consumo en los barrios Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo, entre otros y tuvo el apoyo de la diputada provincial Lucila De Ponti. En el último informe difundido se detalla además que solamente para cubrir sus necesidades básicas alimentarias, un hogar debió destinar en junio $ 22.778 y un adulto rosarino necesitó $ 7.372 para no caer debajo de la línea de indigencia.

Rosario: el costo de vida llegó a más de $30 mil en marzo - Sin ...
Lucila De Ponti

“Esta situación inédita que nos toca vivir puso de manifiesto algo que veníamos sosteniendo desde hace mucho: la necesidad de tener un Estado presente con políticas públicas y recursos que garanticen el derecho a acceder a una alimentación suficiente y condiciones de vida dignas”, explicó la diputada Lucila De Ponti.

Al comparar el Costo de Vida con diferentes ingresos de referencia, se evidencia el fuerte golpe al poder adquisitivo. El salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de $16.875 apenas cubre el 30%. Tampoco cubren el Costo de Vida el salario promedio de un obrero de la construcción ($48.141), de un empleado de comercio ($ 36.385), y de trabajadores de casas particulares ($ 22.777) que cubren respectivamente el 86%, 65% y 35%.

Sin embargo, los diferentes instrumentos destinados a la población más vulnerable aliviaron en parte la situación de los sectores de menores ingresos. Entre los meses de abril y junio hubo refuerzos en la AUH y la Tarjeta Alimentar, cuyos beneficiarios accedieron además al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) más que duplicando sus ingresos y garantizando la alimentación de menores de 17 años. Asimismo, los jubilados que cobran el haber mínimo recibieron un bono de $3.000 al inicio de la pandemia y el acceso gratuito a medicamentos generalizados, mejorando en parte el poder adquisitivo de un ingreso que actualmente se ubica en $16.868.

Para la legisladora del Frente de Todos, es indispensable que los estados provincial y nacional continúen con el trabajo conjunto con herramientas para asistir a los sectores más vulnerables de la población y combatir los efectos negativos de la pandemia en la producción, el consumo y la economía a corto y mediano plazo.

“Es fundamental sumar herramientas que permitan un acompañamiento de los sectores más frágiles de la economía, garantizando cubrir las necesidades básicas y desarrollando nuevas formas de integración, tal y como se lleva adelante por ejemplo con el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep)”, finalizó.