A pesar de tener un gran porcentaje de la población vacunada contra el coronavirus, el país enciende sus alarmas ante la pandemia. CLG dialogó con Gabriel Ben Tasgal, periodista argentino radicado allí
Por Gonzalo Santamaría
Hace poco más de un mes las noticias en torno a la pandemia hablaban de Israel como un caso donde el plan de vacunación había marcado el rumbo de sus decisiones sanitarias. En los primeros meses del año, el país de Medio Oriente llegó a inocular a casi el 60% de su población comprendida por más de 9 millones de personas y parecía dejar atrás el coronavirus. Pero llegó la Delta. La tan temible variante apareció con fuerza y las autoridades israelíes se encontraron con un nuevo escollo. “El 9 de julio instauraron cuarentena obligatoria”, contó Gabriel Ben Tasgal, periodista argentino en Israel, ante CLG.
Concretamente el 15 de junio, el gobierno de Israel había eliminado el uso de tapabocas en lugares cerrados, sin embargo 30 días después lo volvieron a reimponer. Antes, volvió atrás con medidas como cuarentena para viajeros, postergó la apertura de fronteras y control sobre eventos sociales como casamientos, señalados como un alto foco de contagios. Es que el Ministerio de Salud pasó de contabilizar ningún caso el 9 de junio a registrar más de 60 el 19 del mismo mes. Esa cifra creció exponencialmente hasta llegar hasta llegar a un promedio de 798 casos diarios.
Ben Tasgal contó que el rebrote de casos alarma al nuevo gobierno de Naftali Bennett y se debe a que “por ahora tiene el aeropuerto abierto y eso provoca la llegada de personas con todo tipo de variantes de Covid”. Los medios del país euroasiático no descartan que esta medida se replantee, así como también un posible regreso al confinamiento.
Sumado a eso, explicó el argentino, hay “gran parte de la población que no está vacunada debido a motivación propia. Ben Tasgal indicó que casi 2 millones de personas menores de 18 años aún no están inoculadas porque no le llegó el turno y eso también representa una gran cantidad de nuevos infectados.
El “gran temor”, como señaló Gabriel, de las autoridades de Jerusalén es de cara al 1º de septiembre, cuando regresen las clases presenciales en Israel luego del período de vacaciones de verano en el hemisferio norte, esto se debe a que llegaran viajeros que aprovecharon sus días libres y se “importará una gran cantidad de variantes contra las cuales no se sabe cómo reacciona la vacuna”.
De todas formas, según el argentino en Israel, los pobladores están a gusto con el manejo de la pandemia y respetan las medidas. “La gente en general entiende bien lo que está haciendo y actúa de manera razonable en comparación con otros países”, remarcó.
El periodista arrojó que esta postura se debe “a varias razones” como que “las políticas no fueron prolongadas, cuando había un nivel de contagio bajo se liberaba para que la gente respire, veníamos de un mes (mayo-junio) saliendo normalmente”.
“Otra es que el Estado económicamente está fuerte y pudo respaldar a los trabajadores. Les dijeron que no vayan a su empleo y que les iban a pagar el 70% del sueldo. Cuando vos sabés que vas a recibir en el banco dinero para alimentar a tu familia con un política dual de liberación y restricción, cuando los datos lo justifican, la gente reacciona de forma más racional”, sentenció y adelantó que la asistencia del Estado está comenzando a perderse a medida que avanza la vacunación.
“El gobierno en general toma medidas racionales, pero no siempre las explica bien, como pasa en todos los países”, agregó bajo el intenso calor del verano israelí.
Israel tiene a casi el 58% de su población vacunada con dos dosis de Pfizer y poco más del 63% con una sola dosis. De todas formas, y destacando que se redujeron considerablemente las muertes, los casos siguen apareciendo gracias a la variante Delta.
Estas cifras que encabezan las estadísticas mundiales se deben a una política sanitaria que comenzó el ex primer ministro Bejamin Netanyahu y no cambió con la llegada de Bennett. El oriundo de Buenos Aires, resumió que el gran plan de vacunación de Israel se debe a que el país pudo “ofrecer datos concretos a Pfizer a gran escala por su gran capacidad de vacunación” y una población “pequeña”. En este punto, reveló el productor televisivo, que los informes revelaron que el fármaco estadounidense en jóvenes puede producir miocarditis (inflamación del músculo cardíaco).
El Ministerio de Salud de Israel informó que solo el viernes 16 de julio se registraron 1.118 nuevos contagios de coronavirus por primera vez tras casi cuatro meses, mientras que el número de casos activos se situó en 6.563. «Puede pasar cualquier cosa, pero no queremos llegar a una situación de encierro», dijo el nuevo director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash. El coronavirus y sus variantes no dan respiro.