Claudio Lozano, economista, ex diputado nacional, dirigente de Unidad Popular y Coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) de la CTA Autónoma, estuvo en ATE Rosario para presentar su último libro. “La deuda ilegítima. Renuncia del Parlamento, desafío de la democracia” es el título de una obra que presenta como “no académica, sino como denuncia política”.
Un variado auditorio acompañó la actividad, que estuvo presentada por el Secretario General de la seccional local del gremio, Raúl Daz. “Estamos en un proceso de elecciones, en los próximos días en la provincia y en pocos meses a nivel nacional, y hay un tema que es acuciante para el futuro del país, que es la deuda externa. Como dice Claudio, es una deuda odiosa, que se va pagando con más deuda a costa de condiciones sociales para nuestro pueblo cada vez más difíciles y precarias”, evaluó el dirigente en sus palabras de apertura.
Por su parte, Lozano explicó que “el libro es una denuncia política respecto a lo que el Congreso Nacional, la democracia, el parlamento, debieron haber hecho desde que comenzó este problema que es, sin dudas, la herencia más importante y central en términos económicos y sociales desde la dictadura, y que nos acompaña hasta hoy”.
La extensa investigación compila el trabajo realizado por la primera (y única) Comisión Investigadora desde el comienzo de la democracia para indagar sobre la deuda, creada en 2014. “No se la dejó funcionar, se le retacearon los fondos, el apoyo en la constitución del equipo de investigación que habría que haber conformado. Los funcionarios no comparecieron ante la comisión, ni los históricos ni los que estaban en ese momento. Hubo una definición muy expresa, tanto por quienes eran oficialistas en ese momento como parte de los opositores principales, una suerte de connivencia muy clara respecto a que de este tema no había voluntad de avanzar”, evaluó.
Además, la obra acumula mucho material de documentación de lo que ha sido el proceso de endeudamiento; compila lo más sustantivo de las causas judiciales que se pusieron en marcha y que el poder judicial cajoneó. Y al mismo tiempo, señala las profundas complicidades políticas que hicieron que esto no se discuta. También contiene un capítulo que reseña lo que ha ocurrido con Mauricio Macri y la deuda desde que asumió y hasta hoy.
Actualmente, destacó el economista, “Argentina, está otra vez con una crisis por sobre endeudamiento. El tema es cambiar la consigna para la discusión de la deuda, de la idea que hay que pagar sin beneficio de inventario y a como de lugar, a poner en escena una consigna que es que las deudas se pagan pero las estafas no”.
La deuda ilegítima
El ex diputado nacional aseguró que siempre se redujo la deuda a un tema estrictamente financiero impidiendo, así, abordar el problema políticamente. “La deuda se llama ilegítima, primero porque fue impuesta, porque se contrajo en el contexto de una dictadura; porque además no fue una deuda que tomó el Estado, sino que fue una deuda que tomaron buena parte de los capitales privados para acumular financieramente y luego se la trasladaron al Estado argentino. Acá la deuda se tomó mientras el país se hizo bolsa y, consecuentemente, cuando el Estado va a afrontar los pagos se encuentra con que no tiene ninguna capacidad de hacerlo. ¿Cuál es la resolución? Toma una nueva deuda para pagar la deuda vieja y se ingresa en un circuito que es el que se mantiene hasta hoy, que es el agigantamiento perpetuo. Tomo deuda nueva para pagar deuda vieja, hasta el momento en que eso se corta y se ingresa en default”, analizó.
En cuanto a la deuda contraída con el FMI por parte del gobierno de Macri, Lozano afirmó que se trata de un proceso similar al de endeudamiento de la dictadura y de la década del 90: “Por un lado, una importante proporción del endeudamiento se fugó; y, en segundo lugar, el papel del Fondo se pareció mucho al papel que jugó en el final de la convertibilidad. En ambos casos el Fondo actuó transformándose en propio corresponsable de la crisis en Argentina y violando sus propios estatutos. O sea, tiene establecida la imposibilidad de prestarle a los países en situación de fuga de capitales, cuando en Argentina se fugaron casi 70 mil millones de dólares en tres años y cuatro meses”.
“Esto tiene que ver con el sostenimiento que hace el gobierno norteamericano, electoral y políticamente, a su aliado geopolítico en desgracia, que es Macri. Ciertamente el Fondo no ha cumplido con ninguno de los roles que su propio estatuto establece. Ha forzado la mano para sostener a una Argentina que cayó en default y lo único que hizo fue posponerlo y patearlo para que se concentren todos los vencimientos en el próximo gobierno. Con lo cual hoy, los vencimientos absolutamente impagables que Argentina tiene y las condicionalidades que establece el acuerdo con el Fondo, se transforman en una suerte de extorsión para lo que pueda ser el próximo gobierno”, explicó.
Estamos en default
A pesar de que, de cara a las elecciones, se agita el fantasma de una posible cesación de pagos, el dirigente nacional de la Unidad Popular denunció que el país ya se encuentra en esa situación. “Cuando Argentina va al Fondo, va en default. Lo cual es importante decirlo, porque hoy está toda la discusión con respecto a que el gobierno que viene no defaultee. El default ya está, Argentina no tiene un dólar partido al medio para afrontar los vencimientos que vienen. Lo único que está en discusión es cómo se blanquea eso y qué se hace. Frente a ese default el Fondo debió haber obligado al gobierno a replantear la deuda, para resolver el tema. Pero no hizo eso, porque era imposible que si Macri quería ganar las elecciones de 2019 pudiera reconocer en 2018 que el mejor equipo de los últimos 50 años había defaulteado la Argentina”, sostuvo.
“El Fondo hizo todo al revés”, disparó. “No hizo lo que sus propios reglamentos establecen. Hizo cualquier cosa conforme ayudar al gobierno de Macri. O sea que fue un crédito a Macri, no a la Argentina. En ese sentido, la mejor jefa de campaña de Macri es Christine Lagarde. Ha sido ella, sostenida por el gobierno de los Estados Unidos, que en función de la situación regional bancó a más no poder al macrismo en el poder”, concluyó.
La salida no es financiera
Para poder salir de esta nueva crisis por sobre endeudamiento, Lozano aseguró que “hay que poner muy fuertemente sobre la mesa tres condiciones: primero hay que bajar sustancialmente los pagos, porque si no se bajan los pagos no hay oxígeno en las cuentas públicas, ni hay divisas disponibles para financiar la recuperación de la actividad económica en la Argentina. En segundo lugar, hay que recuperar autonomía para la definición de la política económica, hay que sacarse el chaleco de fuerza de un acuerdo que te dice lo que tenés que hacer y que te expropia la soberanía en materia de política económica. Y tercero, hay que darse una estrategia para romper esta lógica del endeudamiento perpetuo, de que vos tomas deuda nueva para pagar deuda vieja, porque eso no se resuelve. Y para hacer eso, es imprescindible hacer lo que nunca se hizo, hay que revisarla, hay que discutir”.