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Antes de recibir a Trump, el gobernador de Ohio dio positivo de coronavirus 


Mike DeWine tenía previsto recibir al presidente estadounidense en Cleveland, pero el evento quedó cancelado tras la noticia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este martes a Ohio para reunirse con simpatizantes y participar de un acto con donantes electorales, justo antes de que el gobernador del estado, el republicano Mike DeWine, quien tenía previsto recibirlo en Cleveland, diera positivo en la prueba de coronavirus.

«Hoy, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, recibió un test de Covid-19 como parte del protocolo estándar para recibir al presidente Donald Trump en la pista del aeropuerto Bruke Lakefront en Cleveland», informó un comunicado de la oficina del político estatal, poco después de que Trump abandonara la Casa Blanca para viajar a Ohio.

DeWine, de 73 años, iba a saludar al presidente en la pista del aeropuerto, pero tras dar positivo y anunciarlo, el gobernador abandonó Cleveland y regresó a la capital del estado, Columbus, donde volverá a ser sometido a la prueba de coronavirus junto a su esposa, que de momento tampoco presenta síntomas, informó la agencia de noticias EFE.

Ya en Ohio, donde el Departamento de Salud local registró 96.305 contagios y 3.596 muertes por coronavirus hasta ahora, Trump brindó una entrevista a la radio local Ohio WTAM 1100, en donde manifestó la posibilidad de que haya una vacuna para el coronavirus cerca de las elecciones generales del próximo 3 de noviembre.

Con más de 4,8 millones de casos confirmados y cerca de 160.000 muertos, Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia.

El desmanejo de la pandemia, que derivó en una profunda crisis económica y sanitaria, complicó las posibilidades de reelección de Trump, que en noviembre se enfrentará con el virtual candidato demócrata, el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden.

Las políticas del gobierno de Trump no solo despertaron críticas por parte de la población y el arco opositor, sino que generaron confrontaciones dentro del propio Gobierno, especialmente frente a los expertos médicos.

El mandatario, quien en un principio minimizó la enfermedad, intentó por todos los medios priorizar la economía estadounidense presionando a los estados que promovieron cuarentenas y otras medidas de precaución sanitaria para levantarlas.

Mientras que los vuelos internacionales permanecieron restringidos a partir de marzo, la circulación dentro del país nunca estuvo limitada.

Hoy, el país levantó la alerta de viaje global, aunque mantuvo a España, Italia y Francia en la lista de países a los que se recomiendo evitar viajar ya que los tres enfrentan importantes rebrotes y una segunda ola de contagios.

Durante la entrevista de hoy en Ohio, el presidente aseguró que la economía se recuperará pronto, una vez que haya una vacuna.

«Vamos a tener vacunas muy pronto, vamos a tener tratamientos muy pronto», adelantó Trump y se mostró optimista que podría, incluso, ser previa a las elecciones del 3 de noviembre: «Creo que en algunos casos, sí, posiblemente antes, pero justo hacia esa fecha».

«La estoy impulsado (a a vacuna) de manera muy fuerte, y quiero impulsarla muy fuerte, y lo haré, pero no lo hago por los votos, sino porque es lo correcto que hay que hacer», continuó el mandatario.

«Solo quiero salvar vidas, es decir, voy con prisa y estoy presionando a todo el mundo. Si hubiera otro presidente que no fuera yo estaríamos hablando de una vacuna durante dos años», agregó, en plena campaña electoral.

Los dichos de Trump contrastan una vez más con los de los expertos médicos de su Gobierno, quienes afirmaron que la vacuna podría estar lista recién hacia finales de año o a principios de 2021.

Por ejemplo, el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, con quien Trump ya se enfrentó en más de una ocasión, indicó que probablemente la vacuna no estará disponible de forma amplia para todos los estadounidenses hasta bien entrado 2021.