Por Enrique Genovar
Los tiempos en el fútbol argentino se han vuelto tan frenéticos que los clubes ya deben pensar en el futuro inmediato. Y en eso anda Central: entrenador, director deportivo y dirigentes, ya comenzaron a planear lo que vendrá. Y más allá de los nombres que puedan llegar, lo que hoy está claro es que el Canalla está obligado a cumplir los objetivos en el primer semestre del año próximo.
En la reunión entre Leonardo Fernández y los directivos, en la que quedó sellada su continuidad, se hablaron de dos objetivos. Uno de máxima y otro de mínima, al primeo se llega con la clasificación a la Copa Libertadores de 2019 y el segundo se arriba con el pasaje a la Sudamericana de ese mismo año.
El Canalla debe mejorar lo que hizo en 2017 y la única forma de hacerlo es obtener algunos de los dos objetivos trazados. Ya que si bien en este año el club terminó obteniendo la clasificación a la Sudamericana de 2018, la misma se obtuvo por el título de Independiente.
Central está obligado a mejorar lo hecho en este año. Donde el balance indica que lo más importante es haber ganado los dos clásicos, un logro no menor, pero que deberá superar en el primer semestre de 2018 clasificándose a alguna de las dos copas internacionales de 2019.
Ya se inició un tiempo corto de formación del plantel para encarar lo que viene. Un espacio donde se deberán adoptar decisiones de fondo. Un tiempo donde los encargados de “refinar” al plantel no tendrán descanso. Ya que todas las decisiones que se adopten repercutirán excluyentemente en la mejora que está obligada hacer Central en los primeros meses del año que arrancará en las próximas semanas.