La científica estadounidense comprobó la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea
Andrea Ghez, la científica estadounidense que ganó este martes el Premio Nobel de Física por haber comprobado mediante la observación la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, se convirtió en la cuarta mujer en la historia en recibir este galardón, que tiene más de cien años de historia.
Las otras mujeres que recibieron el Nobel de Física en la historia fueron Marie Curie (1903), Maria Goeppert-Mayer (1963) y Donna Strickland (2018).
Nacida en Nueva York, el 16 de junio de 1965, Ghez se licenció en Física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1987 e hizo su doctorado en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) en 1992.
«Estoy emocionada e increíblemente honrada de recibir un Premio Nobel de Física», dijo Ghez, quien es directora del Grupo del Centro Galáctico de Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), según un comunicado difundido por la casa de altos estudios.
Y continuó: “La investigación que el comité Nobel honra hoy es el producto de una maravillosa colaboración entre los científicos de la Iniciativa Órbitas del Centro Galáctico de UCLA y la sabia inversión de la Universidad de California en el Observatorio WM Keck».
Según informó el jurado de Estocolmo, Andrea Ghez comparte la mitad del premio con Reinhard Genzel.
Ella y su colega lideran un grupo de astrónomos que, desde principios de la década de 1990, se ha centrado en una región llamada Sagitario A * en el centro de nuestra galaxia.
«Las órbitas de las estrellas más brillantes más cercanas al centro de la Vía Láctea se han cartografiado con una precisión cada vez mayor. Las mediciones de estos dos grupos concuerdan, y ambos encontraron un objeto invisible extremadamente pesado que tira del revoltijo de estrellas, haciendo que se apresuren a velocidades vertiginosas. Alrededor de cuatro millones de masas solares se agrupan en una región no mayor que nuestro sistema solar», explicó el comunicado de la Academia Nobel.
Y continuó: «Usando los telescopios más grandes del mundo, Genzel y Ghez desarrollaron métodos para ver a través de las enormes nubes de gas y polvo interestelar hasta el centro de la Vía Láctea».
«Extendiendo los límites de la tecnología, perfeccionaron nuevas técnicas para compensar las distorsiones causadas por la atmósfera de la Tierra, construyendo instrumentos únicos y comprometiéndose con la investigación a largo plazo», señaló.
Y concluyó que «su trabajo pionero nos ha proporcionado la evidencia más convincente hasta ahora de un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea».
En julio de 2019, la revista Science publicó un estudio de Ghez y su grupo de investigación que es la prueba más completa de la icónica teoría general de la relatividad de Albert Einstein cerca del monstruoso agujero negro en el centro de nuestra galaxia.
Aunque llegó a la conclusión de que “Einstein tiene razón, al menos por ahora”, el grupo de investigación continúa probando la teoría de Einstein, que dice que no puede explicar completamente la gravedad dentro de un agujero negro».
«Contamos con herramientas de vanguardia y un equipo de investigación de clase mundial, y esa combinación hace que el descubrimiento sea muy divertido. Nuestra comprensión de cómo funciona el universo es aún muy incompleta. El Premio Nobel es fabuloso, pero todavía tenemos mucho que aprender ”, sostuvo Ghez.