"Me crié en el campo y he hecho prácticamente de todo: criar animales, esquilar, amansar caballos, salir a hacer leña, hacer quinta, hacer adobe", relató la presidenta
Una de cada tres mujeres, a nivel mundial, trabaja en la agricultura y a diario realiza grandes esfuerzos que incluyen además del trabajo en la tierra, las tareas de crianza y el cuidado de la familia, Magdalena Porma es una de ellas y para quien «las mujeres no nos quedamos quietas; movemos el campo».
Magdalena Porma es una de las mujeres patagónicas comprometidas con el trabajo en el campo y preside la cooperativa agrícola ganadera Amulein Com, expresión mapuche que significa «vamos todos juntos».
Esa organización trabaja con la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (Safci), un organismo del Estado nacional, que tiene una sede en la localidad rionegrina de Comallo, ubicada a 95 kilómetros de la ciudad de San Carlos de Bariloche por la ruta 23, línea sur.
«El campo en mi vida significa todo», dijo Porma a Télam, quien añadió: «Es nuestro medio de generar recursos y producir».
Porma es presidenta desde hace 15 años de Amulein Com, la cual inició sus actividades en 1985 a raíz de la iniciativa de un grupo de la localidad Comallo, tras atravesar un duro invierno patagónico que dejó a muchos productores de la localidad con las manos vacías.
«Me crié en el campo y he hecho prácticamente de todo: criar animales, esquilar, amansar caballos, salir a hacer leña, hacer quinta, hacer adobe», relató la mujer.
Bajo el lema es «vamos todos juntos apostando al futuro, ni sequías, ni cenizas han detenido nuestra producción», las familias campesinas participan del proyecto cooperativo que nuclea la producción de lana y pelo para su posterior venta en conjunto, y en el cual la cría de animales es la principal actividad económica que les proporciona el sustento.
«Uno aprende a llevar adelante una organización y tenerla como herramienta», dijo esta trabajadora rural, quien destacó además que en el caso de su cooperativa se dedican a vender lana y pelo mohair. «Compramos mercadería, la distribuimos, compramos leña y forraje a nuestros asociados», detalló.
«Cuando asumís la responsabilidad de llevar adelante una organización uno piensa en uno y en realidad en todos, lo que es la familia, el otro», aseguró Porma, para quien «es difícil la ruralidad, sí, pero una se va capacitando y adquiriendo conocimientos, lo que hace que las cosas se puedan resolver».
«Una nace en un medio del que es parte. En el campo una aprende hacer todas las cosas. Si hoy me preguntan qué cosa hace la mujer y qué, el hombre, te diría que prácticamente el mismo trabajo», reflexionó.
«Por naturaleza buscamos alternativas. No nos quedamos quietas; movemos el campo», sostuvo al ser consultada por Télam en relación al entramado colaborativo de la mujer rural.
La presidenta de la cooperativa manifestó «en estos años con el tema de la seca a veces vienen nevadas y uno siempre corre detrás de la situación más que nada en este caso, el cambio climático nos ha afectado muchísimo».
En ese sentido, Porma agregó: «No es una producción que se garantice pero aun así uno tiende a quedarse en el campo y seguir haciendo las cosas que ha aprendido de chica».
Amulein Com cuenta con más de 100 miembros y sus asociados se distribuyen en un radio de unos 180 kilómetros.
El coordinador regional para la Patagonia Norte de la Safci, Pedro Naón, señaló que el organismo «trabaja hace años con Amulein Com. Es una cooperativa de las históricas de la denominada ‘línea sur’ de Rio Negro, se formó a partir de la crisis por la nevada del 1984».
Asimismo, el referente rememoró su ingreso a Safci en el 2014. «La cooperativa venía de unos años difíciles que se reflejaban hacia adentro de la misma, ocho años de sequía, la ceniza del Puyehue y algunas dificultades propias. Estos años de trabajo fueron en general de recuperar la iniciativa propia de la cooperativa».
«Se trabaja en fortalecer la organización interna, y apoyarnos con algunos proyectos de infraestructura para la producción como los galpones de esquila y tinglados que conseguimos con el Programa de Desarrollo Rural Incluyente (Proderi)», explicó Naón.