Luego del episodio de violencia que sufrieron dos médicas en el Roque Sáenz Peña, el gremio pidió por mayores medidas para resguardar la integridad de sus trabajadores
Luego del episodio de violencia que sufrieron dos médicas en el Roque Sáenz Peña, el gremio pidió por mayores medidas para resguardar la integridad de sus trabajadores
Representantes de la salud pública de Rosario se manifestaron en el Hospital Roque Sáenz Peña tras la agresión sufrida por dos médicas de guardia en la tarde del jueves pasado y la posterior detención de las damnificadas, que pasaron cinco horas incomunicadas en la comisaría N° 15. La asamblea duró sesenta minutos y se dio tanto en el hospital de zona sur como en cada efector público, con epicentro en el mencionado nosocomio.
Allí la secretaria gremial de Amra (Asociación de Médicos de la República Argentina) Santa Fe habló con CLG y contó la situación que vivieron al momento de reclamar la liberación de las dos médicas demoradas: “Acá a todos los tratamos igual”, le dijeron a Sandra Maiorana, la sindicalista en cuestión. Pero para el gremio, “no pueden tratar de igual forma a una persona que va con un problema, como las trabajadoras, que a alguien que cometió un delito”.
El viernes el sindicato presentó una nota a Asuntos Internos de la Policía de Santa Fe para que se investigue el episodio y que “no vuelva a suceder con ningún ciudadano”. “Esto no es contra la Policía, porque la necesitamos, trabajamos juntos y ellos tienen los mismos problemas que nosotros”, expuso Maiorana
La situación violenta en el hospital, contó la gremialista, se dio ya que en el cambio de guardia policial quedó desprotegido el edificio y esto se debe a que los oficiales “viajan” de un lugar a otro para cumplir con las horas extras. “Tienen que poner la policía necesaria, porque el policía viene a hacer horas extra y en el cambio nunca llega a tiempo”, lanzó.
Además, dejó en claro que el gremio no evaluará la violencia según la zona donde se encuentra el efector público y destacó que la lucha contra la inseguridad ya tiene años en el seno de Amra. “Hay mucha presión, llegan personas heridas que tienen que ser atendidas, la cantidad de personal es el mismo, aumentó la demanda y no hay lugar para atender”.
Por último sentenció sin dudarlo: “La seguridad no la negociamos con nadie”.
A su lado, Eduardo Taboada, secretario adjunto del gremio, se refirió al Roque Sáenz Peña como el “paradigma de la violencia” y relató el pedido de reforma del Código de Faltas, que no terminó siendo favorable para el sector.
“Cuando salió la reforma de seguridad no había nada específico para cuidar a los trabajadores de la salud”, manifestó Taboada. También relató diversas situaciones de violencia vividas en los pasillos de los hospitales y aseguró que para los médicos “el temor es permanente” a la hora de trabajar.