La AMIA denunció que, en la víspera del año nuevo judío, el cementerio comunitario de La Tablada sufrió esta madrugada una «agresión cobarde y vandálica» que provocó «la destrucción de más de 15 metros de uno de los muros perimetrales, la afectación de tumbas y el robo de placas de bronce».
En un comunicado de prensa, la institución señaló que «según la información obtenida hasta el momento, un grupo de personas, nutridas de elementos contundentes, golpearon hasta derribar un sector de una de las paredes que está sobre la calle interna que divide lo que se conoce como la ‘Parte Vieja’ de la’ Parte Nueva’ del Cementerio. Además, rompieron monumentos cercanos a ese lugar y robaron placas de dichas lápidas».
De acuerdo con la AMIA, el ataque se produjo a menos de 24 horas que la institución recibiera una carta enviada por la «Delegación de Custodias de Objetivos Fijos, Personas y Traslados de Detenidos» de la División Departamental de La Matanza, en la que informan que «por haber sufrido una disminución en su personal, se tomó la decisión de reducir el servicio de protección policial que se brindaba en el predio del Cementerio en el horario nocturno».
Ariel Eichbaum, presidente de AMIA, expresó que «en la víspera de la llegada del Año Nuevo Judío, uno de los momentos más trascendentes en el calendario de nuestra comunidad, estos sucesos violentos en un lugar tan sagrado a nivel religioso, de tradición familiar y de acervo cultural como el Cementerio, nos llenan de dolor y consternación».
El dirigente reclamó a las autoridades del Municipio y del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires que se investigue el ataque y exigió que «se extremen de manera inmediata las medidas de prevención para garantizar que no vuelvan a ocurrir», mientras que institucionalmente la AMIA expresó su «su absoluto repudio y preocupación» ante la agresión.