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Amalia Granata: «El aborto no es una emergencia de la salud pública»


La tercera candidata a diputada provincial más votada en Santa Fe y su compañero de lista Nicolás Mayoraz hablaron con CLG a días de las elecciones generales

Por Matías Gregorio

Con 152.517 votos, Amalia Granata, candidata a diputada provincial por Unite por la Familia y la Vida, se convirtió en la gran sorpresa de las elecciones primarias en Santa Fe. Con un discurso centrado en el rechazo a la legalización del aborto fue la tercera candidata más votada en esa categoría, detrás de Miguel Lifschitz (Frente Progresista) y Gabriel Chumpitaz (Cambiemos).

Con el resultado de las Paso, y, si no hay sorpresas este domingo en las elecciones generales, la lista se estaría asegurando al menos tres bancas en la Cámara Baja provincial, que le corresponderían, además de Granata, al pastor evangélico Walter Ghione y al abogado católico Nicolás Mayoraz. Inclusive podrían sumar una cuarta banca para Betina Florito, fonoaudióloga santafesina católica, y hasta una quinta, según aseguraron.

Si bien Granata y Ghione ya habían competido en listas de diputados nacionales diferentes en las elecciones de 2017, ninguno había alcanzado los votos necesarios para entrar al Congreso. Hasta ese momento, Amalia no había desplegado el costado provida que explotó un año después cuando el tema de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) llegó al Congreso.

A horas de terminar una extensa campaña, Amalia Granata y Nicolás Mayoraz bajaron por unos minutos los decibeles de las recorridas y analizaron en diálogo con CLG el camino que los llevó a ser una opción para los santafesinos y dieron detalles de sus propuestas e ideales.

—¿Cómo fueron estos últimos días de campaña y la relación con la gente en las recorridas?

—(Amalia Granata) La campaña, y más cuando es a nivel provincial, implica un gasto físico enorme, pero valió la pena. El apoyo que nos dio la gente en las Paso hizo que volvamos a todos los lugares donde ya habíamos ido para agradecerles su confianza. En esta segunda vuelta nos recibió mucha gente y nos dieron un gran respaldo.

—¿Por qué creen que los santafesinos los apoyaron masivamente cuando no tuvieron tanta publicidad ni tampoco un gran presupuesto como otros partidos?

—(Nicolás Mayoraz) La lista de 60 candidatos, donde tiene que haber por lo menos uno de cada departamento, está conformada por gente que se ha sumado a este grupo en base al trabajo que ya viene haciendo desde su organización social, desde su actividad profesional, en los grupos pro vida, en las iglesias evangélicas y católicas. Entonces, al haber un compromiso real, se mueven en todas las localidades. Mientras nosotros estamos acá, hay un grupo que está trabajando en Rafaela, otro en Reconquista, otro en Venado Tuerto, otro en Firmat y así. Nos dimos cuenta que el debate del aborto, si bien el año pasado se cerró en el Senado, continuó en las redes sociales y en la sociedad, sobre todo porque el gobierno nacional insiste con el tema, lo que generó mucha indignación entre la gente pro vida e hizo que se mantuviera movilizada. Y la otra clave tiene que ver con la ideología de género en las escuelas. Con respecto a la Educación Sexual Integral, nosotros estamos de acuerdo, pero nos encontramos con que los proyectos de ley que hay la Legislatura santafesina tienen ideología de género, y eso lo ven los padres, porque notan como las escuelas les enseñan a los chicos cosas con las que no están de acuerdo. Es decir, un chiquito vuelve de la escuela y le pregunta al papá ‘¿yo soy nene o soy nena’? porque en la escuela me dijeron que podía ser lo que yo quería’. Historias como esas nos relatan todos los días, por lo que notamos que había una inquietud de la sociedad que ningún partido político tradicional había tomado. Le hablamos a la gente de problemas reales y de soluciones concretas en base a nuestras posturas, porque no tuvimos que inventar una posición ni un discurso ya que es el que veníamos trayendo desde hace años.

—AM: Nuestra lista está conformada por gente que no viene de la política. Hay abogados, médicos, fonoaudiólogas, periodistas, profesores de la universidad, y creo que la sociedad eligió eso: más gente común que tiene ganas de involucrarse, porque todos hicimos un sacrificio enorme para empezar a cambiar las cosas.

—¿No consideran que la ESI es importante para prevenir abusos y embarazos adolescentes?

—NM: El objetivo de la ley nacional es claro: prevenir el abuso sexual, prevenir el embarazo adolescente y el conocimiento y el auto cuidado del cuerpo. En todo eso estamos de acuerdo, creemos que debe implementarse. Pero la ley provincial le agrega la ideología de género que sostiene algunos argumentos en contra de la evidencia científica, que muestra que vos nacés varón o mujer. La construcción cultural de la persona llega a lograr esa identificación con el sexo que tenés por naturaleza. Si vos a un niño le metés todas esas dudas, el chico entra en una crisis que, lejos de ayudarlo a que se desarrolle, le genera un montón de problemáticas que no tenía. Por eso no sirve para la educación. Yo no tengo problema en que un adulto sostenga esas ideas, pero decimos que no se metan con los niños que tienen que ir a la escuela a aprender otro tipo de cosas y que no se involucren con la finalidad original que tiene la educación sexual.

—¿Cuáles son sus fundamentos para participar del movimiento pro vida y oponerse al aborto seguro, legal y gratuito?

—AG: Para mí no es una cuestión ni religiosa ni jurídica, es una cuestión de humanidad. Dentro del vientre materno hay un ser humano en formación y ese ser humano tiene derecho como los tuvimos todos. Querer legalizar y hacer como derecho de la mujer ir a matar a su propio hijo es algo que no lo podemos permitir. Hay un ser humano y hay que darle y garantizarle sus derechos desde el momento de la concepción hasta su muerte natural.

—¿Qué piensan sobre la gran cantidad de chicas que mueren en la clandestinidad de los abortos? 

—AG: No son muchas chicas las que mueren en la clandestinidad, pero hay un mensaje confuso que le dan a estas mujeres de que ir a abortar es un derecho y es algo que lo vas a hacer como si fueras a sacarte una muela, y esto no es así. Nosotros no queremos que muera una mujer más en la clandestinidad, pero cuando esas mujeres mueren no sólo mueren ellas sino también la vida que llevan adentro. Como derecho, debemos pedirle a este Estado que tanto le reclaman dichos movimientos, oportunidades, trabajos y capacitación para no llegar a esta situación. Y cuando hablan de una emergencia de la salud pública, el aborto no lo es. Si hay un montón de enfermedades o de situaciones que llevan a las mujeres a la muerte que están muchísimo antes que el aborto y de las cuáles estas agrupaciones no se están ocupando.

¿Qué opinan del caso del ginecólogo Rodríguez Lastra, quien fue condenado por negarse a practicar un aborto?

—NM: Me parece un disparate. El Estado provincial de Río Negro se excedió. Nunca pensé que fuera tan grave el estado de penetración ideológica que tiene el tema del aborto en la Justicia. Es muy grave condenar a una persona por el solo hecho de haber salvado dos vidas, sobre todo porque no hubo ningún perjuicio a nadie, de hecho ni siquiera la mamá ni la abuela denunciaron al médico, sino que lo hace una diputada desde una posición ideológica. Además, el médico se negó a hacer el aborto con la aprobación de la madre y de la abuela, no es que pasó por encima del paciente, sino que la ayudó.

—AG: Me parece totalmente injusto que sea condenado un médico que no solamente salvó la vida de una mujer que llegó a un hospital con una infección generalizada provocada por un grupo de mujeres feministas que le suministraron en forma ilegal misoprostol, sino que también salvó la vida de su bebé, que lo tuvo y fue dado en adopción y hoy está feliz con una familia. Ese médico, por haber cumplido con su labor al respetar su juramento hipocrático para salvar la vida de las personas, hoy está en el banquillo de los acusados. Este es un poco el país del revés.

—El proyecto que propone la Interrupción Voluntaria del embarazo ya fue presentando nuevamente en el Congreso, ¿volverán a movilizarse para que no se promulgue? 

—AG: Por supuesto. Vamos a seguir luchando como lo venimos haciendo hasta ahora, no sólo porque nos dio resultado, sino también porque el proyecto que presentaron es peor que en el anterior y de ninguna manera debería ser sancionado.

—Amalia, ¿esta visión sobre el aborto te generó muchas enemigas y enemigos?

—AG: Sí, pero no es algo que me preocupe porque voy a seguir defendiendo esta postura, es mi convicción. Creo y entiendo que hay que defender a cualquier ser humano que está en una situación de vulnerabilidad y el niño por nacer es uno. Y sobre todo porque las mujeres que luchamos hoy contra la opresión del más fuerte, que a aveces es el hombre contra el más débil, no podemos hacer lo mismo con nuestros propios hijos. Más allá de que me haya traído un montón de encontronazos con gente voy a seguir en esta lucha.

En las Paso una autoridad de mesa te espero portando un pañuelo verde. Si vuelve a suceder, ¿qué harás?

—AG: Me comportaré de la misma manera, porque eso habla de ella, no de mí. Justo en esa mesa saqué muchos votos osea que no sólo me faltó el respeto a mí, porque como autoridad de mesa tener un símbolo ideológico colgando es triste, sino que también le faltó el respeto a todos los que fueron a votar a la Facultad de Medicina. Me da pena porque ellas mismas con estos actos ensucian su propio movimiento.

—¿Qué es lo que te gusta de la política que te inclinó a lanzarte y dejar atrás otro modo de vida?

—AG: Todo. Creo que uno desde que se levanta hasta que se va a dormir hace política. La vida de todos pasa por la política. Me apasiona, creo que descubrí algo que ya lo venía sintiendo pero por no animarme al prejuicio del otro no me involucraba, hasta que hace un par de años me sentí con la edad, con la preparación y con la fuerza suficiente para estar en este mundo que es bastante complicado.

—¿Qué fue lo que pasó con el líder del partido Unite, José Bonacci, en el armado de la lista?

—AG: El inconveniente lo tuvo él con algunos de la lista y también quiso imponer personas que no tenían nada que ver con este movimiento. Se llegó a un acuerdo en su momento, después él hizo otra cosa por atrás y ahí fue cuando empezaron estos conflictos que no tenían nada que ver conmigo. Por eso decidí no hablar e hice lo que tenía que hacer presentándome al Tribunal Electoral. Esperé que ellos tomen una decisión y entiendo que escogieron la correcta.

—¿Qué propuestas tienen para la provincia en temas puntuales como la economía y la inseguridad?

—NM: La economía depende de variables nacionales, es muy difícil hacer un planteo de propuestas económicas en este contexto. Lo que sí creemos es que hay cierta carga impositiva sobre el santafesino que hay analizar y aliviar. Algunos impuestos que pagamos en la tarifa de la luz han quedado totalmente desnaturalizados, con precios exorbitantes. Si logramos quitarlos, repercutirá de manera positiva en la actividad económica. Con respecto a la inseguridad, vemos que hay que enfocarla desde nuestra cosmovisión desde la etapa más temprana, que es la niñez. Hoy, en Argentina, el 51% de los pobres comen una sola vez al día, y en Santa Fe, uno de cada tres niños no terminan la escuela. Entonces ese chico no se puede preparar para un trabajo. Y si no está en la escuela está en la calle, y allí o entra a la droga o a la delincuencia. Ante esto, tenemos que lograr mecanismos para evitar la deserción escolar. Nuestra propuesta es trabajar sobre la educación de los niños. Pasa por la contención, la ayuda social, generar incentivos y tener el Estado presente y cercano a la gente. Además, hay ciertos mecanismos gubernamentales que fallan y que tenemos que hacer que funcionen. Hay que crear un observatorio de seguimiento de la inseguridad para ver cómo está funcionando la policía, el poder judicial y los fiscales en las investigaciones de los delitos. Servirá para encontrar los puntos débiles del sistema y fortalecerlos o solucionarlos.

—AM: Me voy a ocupar de los niños porque los delincuentes en algún momento fueron niños excluidos, marginados, y quizás algunos institucionalizados porque han quedado en instituciones o boyando de familia en familia y después cuando crecen o terminan en la droga o en la delincuencia. Para empezar a poner el foco en la inseguridad y en la delincuencia hay que atacar el problema de raíz y abordar la niñez, porque no podemos poner un policía por ciudadano.

—¿Apoyarán a alguna fórmula nacional de cara a las elecciones presidenciales?

—NM: Estamos enfocados en la provincia, queremos generar un espacio en Santa Fe, sobre todo porque a nivel Nación hay mucha incertidumbre. Decidimos no estar en ningún armado nacional.

—AG: Por ahora sólo lo seguimos con atención, salvo que después de que se armen las listas y veamos que hay un proyecto que nos identifica y decidamos apoyarlo.

—¿Cuál es la expectativa que tienen de cara a las elecciones del domingo?

—NM: Con el resultado de las primarias metíamos cuatro diputados, y ahora creo que podemos subir a más, según las proyecciones. Estamos con mucha expectativa.

—AG: No me quiero fijar mucho en los números, pero queremos lograr más bancas para hacer un bloque fuerte dentro de la Legislatura. Yo tenía las expectativas de que en las Paso íbamos a sacar 80 mil votos y cosechamos 150 mil, por lo que superó todo lo que había previsto. Y en esta elección no me quiero adelantar.

—En caso de ser elegidos, ¿cómo será la preparación en los próximos meses antes de asumir?

—AG: Si obtenemos las bancas asumimos recién el 10 de diciembre, por lo que tenemos 6 meses de trabajo. Después de las Paso, siguiendo la cantidad de votos que sacamos, ya empezamos a trabajar en proyectos y a analizar en que comisión puede estar cada uno, que en total son 18. En la Cámara de Diputados provincial no existe una comisión de mujeres y niños, lo que me pareció muy raro y estoy dispuesta a crear una comisión con respecto a esto porque parece que para los legisladores santafesinos las mujeres y los niños están totalmente ausentes de su vida y de su política. Durante este tiempo comenzaremos a trabajar en lo que se va a venir recién el año que viene.