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Boca-River

Ellos sí: la final de la Libertadores será con hinchas visitantes


A partir del impulso y pedido público del presidente, Mauricio Macri, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió este viernes levantar el veto de la concurrencia del público visitante a los estadios porteños a partir de lo «excepcional» que significará el Boca-River en la final de la Copa Libertadores, donde ambos tendrán cuatro mil hinchas cuando jueguen en cancha rival.

Esa fue la decisión definitiva, que se sellará y oficializará este sábado por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación, tras una mañana vertiginosa de información, declaraciones y opiniones de todos los actores que formarán parte de este evento que conmocionará al país.

Quizás esa sea la razón desde la cual haya que entender la injerencia del presidente de la Nación en un tema del que había intentado mantenerse ajeno, dando su opinión como hincha y ex mandamás de Boca.

Los encuentros están programados por Conmebol para que se jueguen el sábado 10 de noviembre en el estadio de Boca a las 16:00 y el sábado 24, a la misma hora, en el «Monumental».

«Hoy me levanté y dije `vamos a hacer que esta final tenga el condimento del fútbol argentino´», contó Macri, en una de las varias entrevistas que brindó para empujar esta posibilidad, mientras los clubes se mantenían ajenos, con sus presidentes sin conocer la decisión.

Esa declaración se sumó a una publicación en las redes sociales oficiales del jefe de Estado, que prosiguió con una reunión de trabajo entre los Ministerios de Seguridad de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires.

«Esta mañana hubo una reunión de trabajo y están arreglando con qué pautas… pero el partido va a ser con público visitante», anunció Macri, en declaraciones a Radio La Red. Y completó: «Hablé con el jefe de Gobierno porteño (Horacio Rodríguez Larreta), que me llamó, y le dije que es algo excepcional y que lo íbamos a intentar. Acordamos que sí vamos a permitir que vaya el público visitante y mañana (sábado) Patricia Bullrich y Martín Ocampo comunicarán cómo se organizará el espectáculo».

Lo curioso es que la exposición pública que Macri hizo sobre el tema, obligó a Martín Ocampo, el ministro de Seguridad porteño, a cambiar su opinión sobre la inclusión de público visitante en la serie con apenas unas horas de diferencia.

«No están dadas las condiciones para que esto suceda. No es factible un River-Boca con visitantes. Mientras haya un solo vecino de la Ciudad en riesgo, la decisión va a ser la misma», afirmó Ocampo, cerca de las 8:30, en el canal América.

«Habrá cuatro mil visitantes», anunció poco después de las 11:00 el mismo ministro, quien agregó: «El Presidente nos planteó la importancia de este espectáculo a nivel internacional; nosotros planteamos nuestra preocupación que tiene que ver con armonizar estos hechos con no descuidar la seguridad de los vecinos y los barrios de la Ciudad. El gobierno nacional ofreció colaboración para la organización y a partir de eso yo me junté con Patricia Bullrich para trabajar la posibilidad de organizar este partido con dos públicos».

En ese marco, se concretó una reunión en la sede del Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezada por Bullrich y Ocampo y de la que también participaron el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel; el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco; y el subsecretario de Políticas de Seguridad e Intervención Federal, Darío Oroquieta.

En un comunicado conjunto, ambas carteras se encargaron de aclarar que «estos partidos del certamen continental revisten un carácter excepcional, por lo cual estas decisiones no generarán modificaciones en el ámbito local», donde el público visitante para los encuentros de Primera División está vetado desde 2013, cuando en la previa de Estudiantes-Lanús, en el estadio Ciudad de La Plata, murió Javier Jérez, por un disparo de bala de goma desde corta distancia: el acusado fue el excapitán de la Policía bonaerense Roberto Lezcano, absuelto en 2016.

La postura de los clubes involucrados, los dos más grandes de la Argentina, fue similar, aunque con matices.

Es que el presidente de Boca, Daniel Angelici, reconoció que sería «muy lindo», y su par de River, Rodolfo D´Onofrio, se mostró «sorprendido».

«Sería muy lindo que haya público visitante, cuatro o cinco mil personas en cada cancha», se animó a decir el «Tano», incluso hablando sobre la cantidad de localidades que se podrían habilitar, antes de que se diera la confirmación oficial.

«Si en un año se ha logrado esto, me alegraría porque en Argentina se estaría viviendo en un país más seguro. Todo lo que sea el poder lograr que el público pueda ir al estadio sin riesgos le hace bien a la convivencia de la sociedad, pero uno pretende que esa seguridad exista. Sería bueno que nos cuenten que pasó para que las cosas cambien», respondió D´Onofrio, con un planteo un tono más crítico