El presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta, ratificó hoy su posición favorable a que el Gobierno presente una demanda contra los Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC), para revertir las trabas dispuestas por Washington para el ingreso de biodiesel argentino al país del norte.
“La Argentina tiene que mostrar los dientes, no podemos no decir nada cuando nos ponen una medida absolutamente injusta, y no apelar al organismo que acepta este tipo de litigios, lo cual no debería ofender a nadie en Estados Unidos”, dijo Zubizarreta en declaraciones a radio Nacional.
El empresario calificó de “gigantes y ridículos” los aranceles impuestos, y propició “iniciar un panel (en la OMC) e ir a un arbitraje, en definitiva para que se zanje la diferencia”.
Según el titular de Carbio, “la Argentina tuvo toda la voluntad negociadora y el Gobierno, en todos sus niveles, intentó una solución ecuánime, pero lo que nos sorprendió es que del otro lado no hubo ninguna voluntad negociadora”.
Zubizarreta admitió que la industria local “está dispuesta a ceder, pese a que no tenemos por qué hacerlo, y sin embargo no hubo ninguna chance”.
Recordó luego que las investigaciones estadounidenses son dos: una por supuesto dumping y otra por subsidios, con lo cual los aranceles aplicados al biodiesel argentino superan largamente el 100%.
“Hay un lobby muy fuerte en Estados Unidos pero tenemos que seguir apostando a la negociación; si no hay avances, la Argentina tiene que mostrarse fuerte e ir a la OMC, porque si no, nos llevan puestos, y eso no es bueno”, consideró el titular de Carbio.
Zubizarreta aclaró que todavía hay “varias semanas” para presentar la demanda, y advirtió que “todos sabemos que es un proceso larguísimo, lleva años y no queremos gastar dinero en abogados, pero quizás sea la única instancia y esperamos que en el medio haya negociaciones”.
El empresario señaló que el estadounidense es “un mercado que paga muy bien, pero hoy vendemos (biodiesel) en la Unión Europea y tenemos fábricas muy integradas y plantas de aceite, lo cual implica menos valor agregado y trabajo”.
Por eso, aunque el cierre del mercado estadounidense “es un paso atrás en el desarrollo de la industrialización del agro, a la gente la vamos a retener, no habrá ola de despidos”, concluyó Zubizarreta.