Ciudad
Informes CLG

Alejandro Marmo, el artista de lo popular que dejó su huella en Granadero Baigorria


CLG dialogó con el renombrado artista plástico argentino, quien habló de su fuerte vínculo con el movimiento obrero: "Mi lugar en el mundo es en el taller, no en un museo"

Por Santiago Ceron

Hace casi dos meses, en el Parque Sur de la ciudad santafesina de Granadero Baigorria se inauguró una obra de un dirigente histórico del movimiento obrero: José Ignacio Rucci. Desde entonces, esta obra de grandes dimensiones es vista por cerca de 20.000 personas que pasan cada día por la avenida San Martín, la arteria más transitada de la localidad. Esta fabricación artística tiene firma y es de uno de los artistas argentinos más trascendentes de las últimas décadas: Alejandro Marmo.

El artista plástico de 49 años es reconocido internacionalmente por sus obras dirigidas a lo popular, algo que está directamente ligado a su crianza en un ambiente obrero en el seno de una familia de inmigrantes. Sus trabajos con acero y otros metales también surgieron de su infancia, creciendo y aprendiendo en el taller de herrería que tenía su padre. Autor de las dos figuras de Evita emplazadas en las fachadas del edificio del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en la Avenida 9 de Julio, y poseedor de un fuerte vínculo con el Papa Francisco desde sus épocas como Cardenal.

Durante los primeros días del 2021 Marmo finalmente pudo visitar su obra de José Ignacio Rucci, emplazada en Granadero Baigorria en el Día de la Militancia, el pasado 17 de noviembre. Allí, CLG pudo dialogar con el renombrado artista plástico, quien habló de su intrínseca relación con el movimiento obrero, de la conjunción del arte y la religión, y de sus trabajos actuales, entre los que se destaca un homenaje a Maradona en Nápoles.

Alejandro Marmo (izquierda), junto al rostro de José Ignacio Rucci en Baigorria

En primer lugar, Marmo se refirió a su visita a Baigorria y su obra: «Simplemente vine a agradecer a la gente que trabajó, que dejó su rastro en esta obra que va a durar más allá de nosotros, va a dejar un símbolo, y acompañar un movimiento que tiene que ver con el arte como transformador social y está siempre adherido a la participación ciudadana. Me había quedado pendiente visitar la ciudad».

Además, habló sobre el histórico dirigente sindical José Ignacio Rucci y lo que significa para él: «Rucci significa la simbología de la historia reciente, nos dejó un legado desde muchas aristas. Pertenece a una generación que ya no va a volver en Argentina, una generación que marcó la historia».

Por otra parte, Marmo fue consultado sobre su vínculo con el Papa Francisco, el cual se remonta varios años atrás y con el que ha realizado numerosas obras: «Desde la época en que era Cardenal, se trata de construir una simbología donde la Iglesia sea parte de esta transformación social en obras que se construyen desde el descarte, llegando a un mensaje de belleza que es la estética de la esperanza. Es decir, cómo se puede transformar eso aparentemente inútil en una evocación a la fe popular, a la fe de transformarse espiritualmente».

«Tiene que ver más con un trabajo espiritual que religioso, pero sin ninguna duda es una relación que me ha marcado mucho porque ha formado una serie de trabajos y una etapa de mi vida que quedan en lo más profundo de mi corazón», agregó el artista plástico.

En muchas de sus obras Marmo ha retratado a distintos actores de la política argentina, siendo el ejemplo más claro las figuras de Eva Perón en la 9 de Julio, como también el mural de Rucci: «El arte es política y la política es arte. Creo que antes de ser un artista, hay que ser un político; y antes de ser un político, hay que ser un gran creyente del arte. Las dos están vinculadas y son primas», aseguró, al ser consultado sobre la relación entre el arte y la política.

«El límite fino es que yo busco siempre la política del arte y no que mi arte sea para la política partidaria. Considero que el arte es autónomo, es constructor de belleza y no pertenece a tomar imposiciones globales, sino más bien tener una posición firme respecto a la construcción de la belleza en donde fuere y cómo fuere», añadió.

El rostro de Evita en la 9 de Julio, probablemente su obra más famosa

Además, el artista argentino habló sobre su fuerte relación con el movimiento obrero: «Mi vínculo con el movimiento obrero viene de la sangre, mis viejos fueron obreros e inmigrantes, me crié en un taller y sigo pensando que mi lugar en el mundo es en el taller, no en un museo».

«Evidentemente hay algo que trasciende mi piel con el movimiento obrero, porque todo en mi obra fue construido desde esa óptica, desde la valoración y el homenaje íntimo a lo que fue mi familia, el barrio donde yo viví, a ese escenario fabril que yo tenía como postal en mi infancia. Eso me despertó dejar el rastro de lo significativo que es ese mundo del trabajo y del trabajador en una sociedad, es el engranaje que determina las emociones de una sociedad», ahondó.

Por último, Marmo dio algunos adelantos de las obras en las que está trabajando actualmente: «En este momento estoy trabajando en muchas cosas. Estoy trabajando en un proyecto en Italia que tiene que ver con la simbología del abrazo, que está instalada en el Aeropuerto de Roma-Fiumicino, entre otros espacios. También estoy trabajando en un proyecto con un homenaje a Maradona en Napoli. En el interior de Buenos Aires siempre voy dejando semillas de esa construcción nacional y federal con obras que tienen la simbología de lo popular, ese amor por los músicos argentinos, el abrazo como símbolo de identidad entre los pueblos. Siempre buscando la manera de transformar lo que uno ya tiene como hecho y techo, siempre tratar de superar y que uno tenga claro que no ha hecho nada todavía».