Será mediante un "decreto especial" emitido por el presidente Ashraf Ghani
Afganistán anunció hoy que liberará hasta 10.000 presos con el objeto de reducir su vulnerabilidad ante la expansión del coronavirus, en particular a aquellos internos con mayor riesgo ante la pandemia, que en el país afecta a 90 personas y mató a tres.
El «decreto especial», emitido por el presidente Ashraf Ghani, permitirá sacar de varias cárceles del país «hasta 10.000» reos, como parte de los esfuerzos por frenar la propagación del Covid-19 y disminuir la vulnerabilidad del país centroasiático ante la pandemia, explicó en una rueda de prensa el jefe de los Centros Penitenciarios y de Detención, Ahmad Rashid Totakhalid.
«Sobre todos estos reos que se espera que sean excarcelados, la orden del presidente en el decreto es que este proceso debe completarse en diez días, de forma simultánea en todas las provincias», agregó Rashid, que precisó que lo harán a la mayor brevedad posible sin demoras burocráticas, informó la agencia de noticias EFE.
En virtud del decreto serán puestos en libertad aquellos internos con problemas de salud graves, los mayores de 55 años y mujeres con hijos, considerados como población de mayor riesgo ante el coronavirus, detalló el fiscal general, Muhammad Farid Hamidi, que participó en la rueda de prensa junto al ministro de Salud Pública, Ferozuddin Feroz.
«El decreto fue emitido para liberar a los presos por razones humanitarias, incluyendo condiciones sanitarias, de edad y por vulnerabilidad ante el virus», dijo el fiscal general.
No obstante, Hamidi destacó que «no están contemplados en este decreto» aquellos presos que hayan sido encarcelados tras cometer «crímenes contra la seguridad interna y externa del país», los cuales no serán liberados.
Por su parte, el titular de la cartera de Salud agregó que la medida se tomó con objeto de reducir la población carcelaria hasta un nivel que permita cumplir en las prisiones con las pautas ordenadas por las autoridades sanitarias para prevenir los contagios.
El ministro reconoció que el gran número de presos, del que no ofrece datos oficiales, y las infraestructuras actuales hacen que «las cárceles sean un cien por cien vulnerables a la transmisión del coronavirus» y confió en que la liberación de este número de reos permitirá implementar las medidas preventivas adecuadas.
El coronavirus, que se originó en China a fines de diciembre, ya afecta a más de 500.000 personas en 185 países y causó las muerte de más de 23.000.