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Un 4% en 14 años

Advierten una baja en la matrícula en las escuelas primarias


 

Entre 2002 y 2016, la matrícula en las escuelas primarias de Argentina pasó de 4.719.335 estudiantes a 4.549.467, casi un 4% menos, un descenso que se mantiene de manera sostenida desde el año 2008, aunque la magnitud de la caída se moderó en los últimos años.

El informe «Baja la matrícula en primaria: ¿una mala noticia?» elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación (http://argentinosporlaeducacion.org) indaga en los factores que podrían explicar estos datos, llamativos en el contexto de un sistema educativo que logró tempranamente la cobertura universal en primaria.

El informe analiza tres explicaciones posibles: que haya menos niños y niñas en edad escolar (factor demográfico); que haya aumentado el abandono (factor de exclusión) y que se hayan producido mejoras en las trayectorias escolares (factor de promoción).

Al observar el factor demográfico, el Observatorio encontró que entre 2004 y 2016 decreció un 2,7% la cantidad de niños y niñas de 6 a 11 años, lo que equivale a 113 mil niños menos. Parte de la caída en la matrícula de primaria se explica por la disminución de la cantidad de niños y niñas en edad de asistir a ese nivel educativo.

La tasa de asistencia a la primaria se ha mantenido cercana al 100% desde la década de 1990. El factor de exclusión resulta improbable para explicar la caída de la matrícula: los datos no muestran un incremento del abandono.

En tercer lugar, el informe señala que en los años recientes hubo una mejora en las trayectorias de los estudiantes que cursan la primaria: el factor de promoción también explica la caída de la matrícula.

A partir de las políticas provinciales y nacionales -en particular, la Resolución 174 del Consejo Federal de Educación aprobada en 2012- que establecieron la unidad pedagógica del primer ciclo y eliminaron la repitencia en primer grado, se pasó de una pendiente (más estudiantes en los primeros grados y menos en los últimos) a una meseta (todos los grados tienen similar cantidad de estudiantes).

La mayor fluidez en la primaria coincidió con un descenso de la sobreedad y un aumento en la matrícula de secundaria.

Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para Todos, plantea: «Este informe muestra una mejora relativa, aun cuando ésta sea insuficiente. Estamos aún lejos de la plena calidad con equidad en la escuela primaria, pero hemos avanzado. A menor ritmo que otros países, a menor ritmo que nuestros deseos.

Pero ¿es igual de grave tener que aumentar el ritmo de mejora que cambiar una tendencia en deterioro?».

«Hay tres grandes decisiones políticas que se vinculan con la mejora: los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios, que dieron una orientación curricular centrada en las prioridades fundamentales; la unidad pedagógica para el primer ciclo, que protege el proceso de construcción de la alfabetización inicial; y la disponibilidad de recursos, tanto para cargos docentes como para infraestructura, capacitación y material didáctico», señala Sergio España.

La variación de la matrícula de primaria en los años recientes ha sido muy dispar entre las provincias. Mientras algunas (Catamarca, Corrientes y Formosa) tuvieron caídas de matrícula superiores al 10%, en otras (Tierra del Fuego, Neuquén, Santa Cruz y Mendoza) hubo incrementos por encima del 5% entre 2011 y 2016.

En ese período, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires registraron aumentos en torno al 4% y 2%, respectivamente; mientras que en Córdoba y Santa Fe hubo caídas de alrededor del 2%.

El Observatorio Argentinos por la Educación es un espacio de encuentro creado alrededor de los datos del sistema educativo, con el objetivo de involucrar a toda la sociedad en la mejora de la educación.

Su misión es contribuir a que la educación sea determinante en el debate público argentino, a partir de datos que permitan enfocarla en los desafíos del siglo XXI.

Su plataforma interactiva de datos, considerada la más exhaustiva del país, contiene casi 70 millones de registros públicos sobre indicadores fundamentales del sistema educativo, como acceso y participación de los estudiantes, eficiencia del sistema (tasas de repitencia, tasa de promoción efectiva, etcétera), recursos humanos, recursos físicos y financieros y resultados.