Desde la ONU alertaron sobre la situación y expresaron la importancia de "asegurar la plena participación de las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas en los procesos de toma de decisiones”
La pandemia de coronavirus exacerbó las desigualdades preexistentes en los mil millones de personas con discapacidad que en todo el mundo tienen menos probabilidades de acceder a la educación, la atención médica, medios de subsistencia o de participar y ser incluidos en la comunidad y la toma de decisiones, advirtió este lunes la ONU.
El secretario general del organismo, António Guterres, declaró que la visión y las aspiraciones de las personas con discapacidad deben tenerse en cuenta en un mundo post Covid-19.
“Esta visión y esas aspiraciones solo se lograrán mediante una consulta activa con las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas. Debemos asegurar la plena participación de las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas en los procesos de toma de decisiones”, afirmó Guterres.
“La pandemia está agravando estas desigualdades y produciendo nuevas amenazas”, observó el funcionario, quien recordó que, ya en mayo, lanzó una estrategia para que la acción contra la pandemia incluyera a estas personas.
“Promover la inclusión de las personas con discapacidad significa ante todo reconocer y proteger sus derechos. Estos derechos abarcan todos los aspectos de la vida: el derecho a ir a la escuela, a vivir en la propia comunidad, a acceder a la atención médica, a formar una familia, a participar en la participación política, a practicar deportes, a viajar, y tener un trabajo digno”, aseguró.
En tanto, Idriss Alzouma Maiga, representante de la sociedad civil durante la inauguración de la 13ª sesión de la Conferencias de los Estados Parte en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, señaló que el Covid-19 fue “un catalizador de la violación de nuestros derechos y aspiraciones a vivir de forma independiente y está claro que las personas con discapacidad se han visto afectadas por la falta de acceso a la información y al cuidado”.
Maiga recordó que esa Convención se construyó sobre la base de que “no debía hacerse nada sobre nosotros sin nosotros”, y denunció: “Hemos sido excluidos de la respuesta por parte de nuestros líderes gubernamentales”, informó el sitio web de la ONU.
Por ello, explicó que la amenaza que tienen por delante las personas con discapacidad no es solo la amenaza del Covid-19 sino “la amenaza de las decisiones políticas que cambian las decisiones anteriores y nos deja aún más excluidos. Eso no es igualdad, esas decisiones representan una discriminación”.
“La solución ante esta amenaza es sencilla: las personas con discapacidad deben participar a todos los niveles en la toma de decisiones a la respuesta política de esta pandemia. Nosotros debemos decidir”, concluyó.
A su turno, el relator de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, Gerald Quinn, ahondó en la denuncia de su exclusión por las parte de las instituciones públicas cuando indicó que “el anterior encuadre existente de las personas con discapacidad como objeto y no como sujetos se ha hecho más patente durante la crisis” que desató el coronavirus.
La enviada especial del secretario general para esta cuestión, Maria Soledad Cisternas, tuvo unas palabras dirigidas especialmente al sector privado al que pidió que “adopte un compromiso político con el desarrollo sostenible”, por ejemplo, aumentando la accesibilidad en los sitios de trabajo para lograr la plena inclusión laboral de las personas con discapacidad.
También los invitó a canalizar parte de sus inversiones para contribuir a un desarrollo sostenible invirtiendo, por ejemplo, parte de sus ganancias en mejorar la accesibilidad en los lugares públicos.