Una adolescente de 14 años fingió un secuestro y pidió rescate a su maestra en un hecho que movilizó a cientos de efectivos policiales en la ciudad santiagueña Las Termas que la encontraron sana y salva tomando mate en lo de una amiga.
El dramático episodio ocurrió este martes minutos después de las 10:00, cuando la menor salió al recreo en la Escuela Técnica Nº7, y tras el toque de campana para reingresar, no regresó al aula.
Preocupada, la maestra de la menor se comunicó con su madre e informó que ésta se había retirado del establecimiento y desconocía su paradero. La madre de la alumna se presentó en la policía y realizó la denuncia.
La mujer, de 68 años, con domicilio en el Barrio Los Ralos denunció la «desaparición» de su hija y aportó datos filiatorios, para poder ubicarla.
Los policías rápidamente se comunicaron con la fiscal de turno, Melissa Deroy para alertarla acerca de lo ocurrido, publica el diario El Liberal de Santiago del Estero en su página web.
Mientras la representante del Ministerio Público impartía las órdenes a seguir, a la dependencia policial arribó la maestra de la menor, quien manifestó que minutos antes había recibido mensajes en su teléfono celular.
La docente contó que los mensajes provenían del teléfono de la adolescente e indicaban que estaba secuestrada y para que «volvieran a verla con vida» debían hacer entrega de 100 mil pesos en efectivo.
Rápidamente los efectivos, siguiendo las directivas de la fiscal, comenzaron con las averiguaciones. Se desplazaron hasta la institución para recabar más datos sobre el paradero de la supuesta víctima.
Mientras tanto personal de la Oficina del Menor y la Mujer, se dirigieron al domicilio del novio de la adolescente, pero el muchacho indicó desconocer su paradero.
Los minutos pasaban y el dramatismo se acrecentaba, ya que el supuesto secuestrador tomó el mando de la comunicación y repartía directivas de cómo se iba a hacer efectiva la entrega y hasta dónde debían trasladarse.
Siempre bajo la mirada de la fiscal y de los efectivos, la docente mantenía constantemente contacto con el presunto secuestrador, para lograr dar con su ubicación.
Tras una serie de averiguaciones, las pesquisas llegaron hasta una casa del barrio Aeropuerto, propiedad de la familia Núñez.
Allí la mujer se mostró sorprendida ante la presencia de los efectivos que tenían rodeada su casa.
La propietaria confirmó que la adolescente se encontraba en el interior de su domicilio tomando mate, y que había llegado de visita unos minutos antes.
La mujer aseguró desconocer lo que la menor hacía con su teléfono y confirmó que en el casa solo estaban ellas dos.
Los efectivos ingresaron a la vivienda y encontraron a la adolescente sana y salva.
Al requisar las habitaciones, no encontraron a ninguna persona de sexo masculino.
La fiscal Deroy ordenó que la menor sea entregada a su madre, previo a ser examinada por el médico.