Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Arranca una nueva era. Cristian González ya está entrenando a sus jugadores. Mientras se espera cuándo arrancará el torneo y cómo se disputará, el Kily y sus colaboradores pusieron manos a la obra. ¿Qué hay que esperar de esta nueva etapa? Siempre se espera lo mejor. Pero no hay dudas que la propuesta de Central deberá tener una lavada de cara con respecto a lo que se vio en los partidos que se disputaron antes de la suspensión.
Central no tiene un mal plantel ni mucho menos. Claro está que lo que hay que cambiar son las formas. Y esa será una de las misiones del nuevo entrenador que deberá comenzar a ejecutar una vez que evalúe en los entrenamientos a todos los jugadores del plantel.
El Central del pasado reciente era un equipo sin sorpresas, un equipo que dependía mucho de lo que hacía el rival de turno y cuyas principales armas estaban más preocupadas por lo que hacían los jugadores del rival. Un ejemplo de ello es que los extremos que utilizaba Diego Cocca estaban más abocados a la tarea de controlar a los laterales rivales que en generar sorpresas por las bandas.
Claro que modificar las formas no se hace de un día para el otro, o mejor dicho de un entrenamiento para el otro. Lo que deberá hacer el Kily junto a sus colaboradores es primero ordenar las piezas. Ya quedó demostrado que hubo jugadores que no rindieron porque no estaban su lugar y eso hizo que las producciones de varios futbolistas fueran muy por debajo de lo que se esperaba. Un caso concreto fue lo poco que rindió Diego Zabala desde que llegó. ¿Cuánto tiempo el uruguayo pudo jugar como volante por derecha? Poco, casi nada. Es que jugó mucho por la izquierda y cuando lo pasaron a la derecha lo pusieron como interno.
Orden para luego progresar. Nadie le pedirá al entrenador que modifique las formas de un día para el otro. Pero seguramente lo que sí se le exigirá es que el equipo tenga un ADN diferente. Ese que el propio DT describió en lo que fue la conferencia de prensa de su presentación.
Una incógnita que ya está instalada, incluso desde antes de que se inicien las prácticas, es cómo armará el equipo sin un referente como Marco Ruben. ¿Apostará a un juvenil para que sea la referencia en el área del equipo? ¿Se la jugará con Gamba como una especie de falso 9?
Muchas preguntas por responder tendrá el nuevo Central. Pero más allá de que las respuestas irán llegando de a poco hay algo que está claro: el equipo del Kily deberá tener un ADN distinto al del último Central que salió a la cancha antes de la suspensión.