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Adama Dieng sobre los discursos de odio: «Las palabras matan tanto como las balas»


En tiempos donde los discursos de odio fluyen naturalmente por las redes sociales y la ultraderecha acrecienta su poder por todo el mundo, el senegalés Adama Diengasesor Especial sobre la Prevención del Genocidio de la ONU, remarcó que «los discursos de odio anteceden a los crímenes de odio».

En un video difundido por la Organización de las Naciones Unidas, Dieng señaló que: «Todos debemos recordar que los discursos de odio anteceden a los crímenes de odio. Todos debemos recordar que el genocidio de los tutsis en Rwanda empezó con discursos de odio», y agregó: «El holocausto con las cámaras de gas comenzó mucho antes con discursos de odio. Lo que hemos estado observado en Myanmar en contra de la población rohingya también empezó con discursos de odio».

Dieng, quien es un ferviente defensor de los Derechos Humanos y trabajó duramente en su carrera para fortalecer el Estado de Derecho, se encuentra preocupado por el avance de la ultraderecha en todo el planeta. «Hoy estamos siendo testigos en todo el mundo del aumento del extremismo ya sea en Europa, en Asia y en todas partes. Cuando vemos un incremento de la cantidad de grupos neonazis, de grupos totalitarios, cuando vemos la forma en que los migrantes y refugiados son despreciados debemos hacer todo lo posible para abordar los discursos de odio».

El senegalés resaltó: «Recordemos que las palabras matan, las palabras matan tanto con las balas», y aseguró que se debe «hacer todo lo posible para invertir en educación, en los jóvenes para que la próxima generacion pueda entender la importancia de convivir en paz».

En ese sentido, hizo referencia al último atentado en Sri Lanka que provocó casi 300 muertes. «Debemos hacer todo lo posible para que atentados como lo hemos visto en Sri Lanka, en Nueva Zelanda, lo que hemos visto en Pittsburgh, todo eso se pueda acabar. Y para detenerlo necesitamos invertir y movilizar a los jóvenes, debemos usar la palabra para que se convierta en una herramienta para la paz, una herramienta para el amor, para la unidad social, para la armonía, en vez de que sea usada para cometer genocidio y crímenes de lesa humanidad».