Opinión

Aborto: días de intenso debate


Por: Sofía Botto

Son días de intenso debate. El debate por el aborto legal tomó estado parlamentario. Por primera vez se discute en el Congreso de la Nación, y las calles, sede de las voces del Pueblo, no se callaron más.

El 8 de marzo miles y miles de mujeres en todo el país salieron a marchar en el marco del paro internacional de mujeres, muy teñido de color verde, acorde a la ocasión, un verde que hace años que está presente y que se fortalece en un contexto democrático y de gran presencia de las mujeres en el espacio público. “Y ahora que sí nos ven…” dice la canción.

Y ahora que llegamos acá. Y ahora que somos. Y ahora que somos nosotras y las voces de las más de tres mil mujeres que murieron desde el regreso de la democracia en nuestro país a causa de los abortos clandestinos, en el marco de la ilegalidad y la soledad. Y ahora que seguimos luchando por justicia social, para que no sean más las mujeres en situación de pobreza quienes sufran las peores consecuencias. Y ahora que la realidad no puede ocultarse, queremos que se debata la ley que garantice el derecho a decidir de las mujeres y, sobre todo, queremos una ley que ame y abrace la vida de cada una de nosotras.

El debate por la vida nos atraviesa todo el tiempo cuando hablamos de aborto. Hemos visto a quienes dicen llamarse “Pro-Vida” manifestarse en contra del aborto, con banderas argentinas, con carteles reivindicando nacimientos productos de violaciones, acompañados por quienes defienden el proceso militar genocida y el plan sistemático de robo de bebés y con presencia del partido Bandera Vecinal, ampliamente conocido por su ideología neonazi. Seguramente también acompañado por muchas personas que defienden la vida desde la concepción genuinamente o fundan, también, sus creencias en base a sus religiones.

La realidad es que no hubo una “Marcha por la Vida”, porque la vida la defendemos también quienes estamos a favor del aborto legal. Esa discusión sobre aborto sí o aborto no, no resuelve la situación actual de las mujeres que recurren a realizarse un aborto por la razón que sea, aún siendo ilegal. Sí hubo una marcha en contra del aborto legal, con todo el derecho que cada ciudadano y ciudadana tiene de manifestar su opinión. Pero la vida no se defiende obligando a niñas a parir, obligando a mujeres a gestar cuando no quieren hacerlo y negando los abortos que aún siendo permitidos por el código penal desde 1921, no se realizan o se obstaculizan.

Las consecuencias de la ilegalidad del aborto para las mujeres son muchas. Secuelas en cuanto a su salud, pérdida de alguna parte del órgano reproductivo o imposibilidad de quedar embarazada, internaciones por complicaciones, judicialización de sus casos, privaciones de su libertad o incluso la muerte.

Es tiempo de darnos el debate que corresponde. Los países que se lo dieron lograron bajar sus índices de mortalidad de mujeres gestantes y fortalecieron sus políticas de salud sexual y reproductiva. Un Estado presente que garantice derechos es una mejor calidad de vida para todas las mujeres, para que podamos acceder a la educación sexual durante toda nuestra escolaridad, para que podamos acceder a todos los anticonceptivos de manera libre y gratuita y para que se nos garantice el derecho al aborto legal, seguro gratuito para vivir.

Aborto Legal es vida. Es darle la posibilidad a cada mujer de elegir, es respetarnos en la diversidad de opiniones, es tener determinación sobre nuestros propios cuerpos. El debate es parte de los derechos individuales y los derechos colectivos. Es el debate del acceso a la salud pública y del respeto a cada mujer en su decisión en ese momento de su vida.

Ni Una Menos por abortos clandestinos. Vivas y Libres nos queremos. Aborto Legal YA.