Deportes

Abel Balbo: «Voy a ser el director del fútbol de Newell’s si gana Concina»


El ex delantero de la Lepra y con gran pasado en el fútbol de Italia, se metió de lleno en la política rojinegra de cara a las elecciones

El ex delantero Abel Balbo anticipó que será el nuevo director de fútbol de Newell’s, del que surgió, si el ex secretario del club Juan José Concina gana las próximas elecciones.

Consultado sobre su nueva función como figura de la Agrupación Unen, que competirá en las elecciones del domingo 25 de abril, Balbo le dijo a Télam: «No voy a ser el director deportivo, que es una función más general; voy a ser el director de todo el fútbol de Newell’s, obviamente con colaboradores, en un trabajo en equipo, que es fundamental en el fútbol».

En este sentido, el ex delantero campeón con Newell’s en 1988 con el «Piojo» Yudica explicó: «La idea es apostar fuertemente por el trabajo de las divisiones inferiores para que el club vuelva a nutrirse de jugadores de la cantera y que no sólo sea conocido en el mundo por Lionel Messi o Diego Maradona sino porque formó equipos casi totalmente integrados por jugadores del club».

Interrogado sobre si este paso es un nuevo desafío tras su vasta trayectoria como jugador (Newell’s, Boca, River, Udinese, Roma, Parma, Fiorentina y la selección argentina), y luego como entrenador y ayudante de campo en Italia, Balbo sostuvo: «No es una nueva etapa sino una parte más de mi carrera, que tomo como un todo».

Balbo, de 54 años, nacido en la localidad santafesina de Empalme Villa Constitución, recordó «las épocas de las inferiores» en las que se tomaba «el Tirsa (el colectivo blanco con rayas amarillas y rojas del Transporte Interprovincial Rosarina Sociedad Anónima) en la ruta, donde después subía (su ex compañero en Newell’s Néstor) Boquita (Sensini) en General Lagos».

Interrogado sobre su mejor gol en Newell’s, Balbo opinó: «Para un goleador todos son lindos», y repreguntado sobre si el más importante fue el que le hizo a Gimnasia con la nuca, antes del título de 1988, el atacante gambeteó la pregunta y disparó que «para un delantero todos los goles valen igual».

Aquella tarde de 1988, cuando Balbo le hizo el gol con la nuca a Gimnasia, su padre Eduardo, ya fallecido y que estaba en el palco oficial de la vieja cancha de Newell’s, tuvo una reacción bien futbolera: «¡Qué ojete, el Abel!».

Y cuando un plateísta le preguntó por qué no lo gritaba, salió del paso con una respuesta de café: «No puedo por el bobo».