CLG dialogó con el economista Cristian Nieto, tras el nuevo aumento de la divisa norteamericana que se registró en las últimas horas
Ante las recientes subas en la cotización del dólar, CLG consultó con el economista Cristian Nieto los impactos directos que puede tener en la economía de la gente y cuáles son las proyecciones para 2019. “La suba tiene impacto directo en la componencia de precios. Lo vivimos el año pasado”, expresó el especialista.
Nieto explicó que la variación del dólar no ha sido mucha (se trata de un peso argentino). Pero destaca que la población no se ha terminado de acomodar al «gran salto» de la moneda norteamericana, que empezó en mayo del año pasado y continuó prácticamente hasta octubre. “Todavía esto no se terminó de trasladar a precios de alimentos y bebidas”, indicó.
“Los analistas hoy entienden que el piso del dólar a 38 o 39 pesos, como estuvo en el verano, no era una cotización del dólar que el Banco Central pudiera mantener. Lo estaba haciendo básicamente por altas tasas de referencia para el sector financiero. El año pasado estaba en 75 y este año no pudo perforar el piso de los 50. Esa es la tasa de referencia que se usa para las tarjetas de crédito, para los créditos personales y para el financiamiento de empresas”, analizó el economista.
“Todavía es un peso, un 2,5%. No es gran variación teniendo que está a casi cuarenta. Pero hace que se genere inestabilidad, que es propia de la cuestión macroeconómica argentina, también impulsada por cuestiones políticas”, continuó.
“Se sabe que la inflación de los primeros meses va a ser muy alta, respecto de lo que estimaba el gobierno. Hay incertidumbre en torno a las chances de que la economía no repunte y dificulte la posible reelección del gobierno de Macri”, agregó Nieto.
Respecto a las proyecciones de cara al comienzo de este año, que además es electoral y ese no es un dato menor, Nieto aseguró que “el contexto internacional por ahora está estable, pero empieza el año en marzo y las empresas e individuos empiezan a planificar y a ver que las tasas de interés que ofrecían plazos fijos, que quizás eran positivas con un 4 o 5% mensual, prefieren por ahí empezar a resguardarse con cuestión del dólar y desarmar posiciones en lo que es pesos. Así empieza a aumentar un poco la demanda del dólar, más con el Banco Central no dando señales de que haya podido contener la proyección del dólar a largo plazo”.
En sintonía con el tema electoral, afirmó que en Santa Fe, por ejemplo, “podría pasar que haya un fuerte triunfo del peronismo y mostraría que un gobierno promercado no tiene la posibilidad concreta de ser reelegido y eso condicionaría a todos los inversores que tienen sus posiciones puestas en la Argentina, entendiendo que puede venir un gobierno que no va a defender tanto los intereses como lo entiende el actual, van a empezar a tensionar y a dolarizar sus posiciones”.