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A pesar del calor y el virus, las cuadrillas de la EPE trabajan arduamente para mantener el servicio


Una cuadrilla repara un cable de media tensión que abastece al microcentro. Foto: Fernando Der Meguerditchian

CLG dialogó con trabajadores de una cuadrilla: "Cuando a todo el mundo se le recomienda que esté en su casa con aire o en una pileta, nosotros estamos trabajando en la calle"

El trabajo de las cuadrillas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) es fundamental a lo largo de todo el año, pero sus esfuerzos deben redoblarse en verano, tiempos donde la demanda crece notoriamente. Taladrando, excavando y arreglando cables a pleno rayo del sol, los trabajadores cumplen su ardua labor y sufren las altas temperaturas en las calles rosarinas, aunque ahora pueden combatirlas con conservadoras provistas por el sindicato de Luz y Fuerza. Esta acción se suma al apoyo del gremio para con los empleados que todos los días salen a la calle.

Para conocer cómo cambió su trabajo a lo largo de la pandemia y en qué condiciones trabajan en verano, CLG dialogó con trabajadores de una cuadrilla de la EPE que se encontraba realizando reparaciones en el centro rosarino: «En este momento estamos reparando un cable de media tensión que alimenta a la zona del microcentro».

«En términos generales, el servicio eléctrico es fundamental para el desarrollo de la sociedad, sobre todo en este contexto de pandemia. Es fundamental que todos los ciudadanos cuenten con un servicio de energía eléctrica de calidad. Es importante desde el punto de vista de que en toda la actividad económica y las relaciones sociales en algún momento el servicio eléctrico interviene: internet, las luces, los equipos de aire. Es básico y fundamental», explicó uno de los empleados.

En pleno enero, la cuadrilla trabaja para mantener el servicio. Foto: Fernando Der Meguerditchian

Al ser consultado sobre las consecuencias de la llegada del coronavirus, expresó: «El trabajo se vio modificado por la situación de pandemia. Desde ya cambiaron los protocolos con los que nos manejamos, pero también la logística y cómo se organiza el trabajo. Todo fue modificado porque hay que mantener las medidas de precaución para evitar el contagio. También se ha reducido el personal en las cuadrillas por las personas que pertenecen a los grupos de riesgo».

Sobre el arduo trabajo en estas épocas, señaló: «Por lo general en invierno y en verano siempre hay un aumento de la demanda eléctrica, y baja un poco en otoño y primavera. En términos domiciliarios hay un aumento de la demanda, pero con la crisis económica también bajó un poco en cuanto a la parte comercial e industrial».

Por otra parte, el trabajador entrevistado se refirió a las situaciones de violencia que algunas cuadrillas han sufrido a lo largo de los años: «Puntualmente nuestra cuadrilla no se ha encontrado con algún hecho de violencia. Cuando un usuario se queda sin luz obviamente no está contento, pero no hemos sufrido una situación de violencia. Sé que hubo casos, pero como hubo siempre».

Para combatir las altas temperaturas, Luz y Fuerza entregó conservadoras a las cuadrillas. Foto: Fernando Der Meguerditchian

Además, se refirió a las acciones del Sindicato de Luz y Fuerza Rosario durante la pandemia: «El gremio siempre está presente, atento a las necesidades que tenemos o a mejorar las condiciones en las cuales trabajamos. Desde que empezó la pandemia estuvo más presente porque el sindicato impulsó que se aceleren los protocolos, entregó los barbijos y los sanitizantes cuando los necesitábamos».

«La heladerita es un ejemplo, nosotros trabajamos al rayo del sol en verano. Cuando a todo el mundo se le recomienda que esté en su casa con aire o en una pileta, nosotros estamos trabajando en la calle. Tener una heladerita de conserva para tener bebidas frescas e hidratarnos es fundamental», concluyó.