Info General

#EntrevistaCLG

A 104 años del genocidio armenio: “No fue una guerra entre religiones»


Por Pilar Idoate – Con La Gente Radio

Cuentan que cuando la barbarie nazi avanzaba, incontrolable, y teñía de negro el mapa de Europa con sus conquistas bélicas mientras nadie podía ponerle freno, se reunieron cierta vez los jerarcas nazis para evaluar cómo solucionaban un problema que para ellos era clave: el del pueblo judío.

De esa reunión salió lo que tristemente sería conocido como “la solución final”. Y también cuentan que en esa reunión uno de los jerarcas nazis se atrevió a levantar la mano y preguntarle al todopoderoso führer Adolf Hitler si no consideraba que generar una masacre sistemática y total de una población como era la judía no iba a hacer que todo el mundo se volviera en contra de Alemania. Las crónicas también relatan que Hitler lo miró y con una sonrisa dijo: “¿Acaso alguien se acuerda de la matanza de los armenios?”.

Y es que en el marco de la Primera Guerra Mundial ocurrió una masacre que fue el primer genocidio del siglo XX. Uno que fue olvidado, ninguneado. La matanza sistemática de la población armenia por parte de los turcos del Imperio Otomano. Ese mirar para otro lado de las potencias del mundo abrió las puertas para que unos años después, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, volvieran a cometer una barbarie con el mismo objetivo: el holocausto.

Con La Gente Radio entrevistó a Florencia Demirdjian, quien es nieta de sobrevivientes del exterminio armenio, docente de la Cátedra Libre Armenia de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y RRII de la Universidad Nacional de Rosario.

—¿Pudiste estar en tu tierra? ¿Qué historias pudiste reconstruir de aquellos antepasados?

—El primer viaje que hice fue por un documental que llevé, que era sobre las mujeres y el poder. Se llamó Fémina. La experiencia fue muy linda. Hicieron un doblaje en armenio, en simultáneo. Nos presentaron esa vez como “nietas de sobrevivientes del genocidio armenio”. Fui en 2009 con mi hermana menor. Después de ese, hubo dos viajes más. Firmamos dos convenios con universidades. Estamos haciendo puentes y cooperando. Hoy yo no me volvería a Argentina, me quedaría allá. La gente es hermosa.

—Haciendo énfasis en lo que contaste sobre la cátedra en la universidad, ¿cómo es la reacción de los alumnos frente a este tema que es poco conocido?

—Hace 11 años que estamos construyendo la pedagogía para poder abordar el tema. Yo soy realizadora audiovisual pero pasé por Derecho, Ciencias Políticas y vuelvo a esta última con la cátedra. Cuando empezamos a abordar esto lo hicimos a partir de la historia de un niño sobreviviente, que era nuestro abuelo. Con eso contextualizamos la época. Muchas generaciones pasadas realizaron investigaciones alucinantes sobre el tema. Nuestro compromiso ahora es mostrar todo ese material. Una de las cosas que también hicimos es el paralelismo con el nazismo. Hablamos de “la solución final” y recordamos al biógrafo de Mustafa Kemal Atatürk, quien cuenta que en un discurso, Hitler le dice a Mustafa que era un líder que hizo todo por su patria y que el primer discípulo era Mussolini, pero el segundo iba a ser él. Eso fue en 1933.

«Cuando se dice 24 de abril, se sabe que ocurrieron matanzas de intelectuales y de la elite armenia de Estambul. Mi abuelo no era de ninguno de esos grupos. Vivía cerca de Ankara. Eran campesinos, tenían un molino. Formaban parte del pueblo. Los armenios vivían en Anatolia, es decir, Asia Menor, donde hoy es Turquía. Las provincias más pobladas por armenios eran donde hoy está este país. Cuando se dice que el perpetrador fue el Imperio Turco Otomano, debemos recordar que éste en 1299 llegó dos veces a la puerta de Viena; era un imperio muy grande», expresó la rosarina.

«Con el transcurrir del tiempo, en su decadencia, a fines de 1800, lo único que le quedaba era el corazón de esa Anatolia donde estaban los armenios. Entonces Armenia se dividió entre el Imperio Turco Otomano, el Imperio Ruso y el Imperio Persa. Los armenios poblaban los tres imperios. Es bastante complejo el tema, es apasionante. Los armenios vivieron sojuzgados. Dentro del Imperio Otomano no podían construir casas más altas que los musulmanes, ni podían montar a caballo —tenían que trasladarse en asnos—, no podían llorar a sus muertos y pagaban muchos impuestos. Se dedicaban al comercio porque el musulmán no podía comercializar en Europa, entonces lo hacían los armenios, los griegos y los judíos», agregó Demirdjian.

Y luego amplió: «En la decadencia del imperio donde todo era agobiante, existía la Ley del Pillaje: el musulmán podía entrar a tu casa, violar a tu mujer o sacarte tus cosas y era posible, porque eras su propiedad. Había sultanes más benevolentes como los árabes a niveles generales. Pero los turcos no lo eran con los cristianos, los judíos y los griegos. A finales de 1800 los armenios necesitaban garantías de vida, de vivir mejor en el Imperio Otomano y a partir de ahí se produjeron algunas demandas relacionadas con las reformas. En ese momento gobernaba el sultán Abdul Hamid, quien exterminó a 300 mil armenios. En 1908 lo destituyen y los turcos progresistas y laicos estaban a favor de esta medida. Pero en 1909 los jóvenes turcos matan a 30 mil armenios como una señal de que no iba a ser tan fácil y de que las minorías no iban a tener lugar en el Imperio Otomano. No fue una guerra entre religiones, sino que la mayor matanza fue con los laicos. Los árabes están dentro de la amistad que tienen los armenios. no es una cuestión de lucha entre religiones».

—¿Actualmente los turcos siguen considerando este tema como un tabú? ¿Por qué tiene poca prensa?

—El periodista Hrant Dink fue asesinado en 2007 en Estambul. Él trabajaba por la reconciliación y porque los turcos conocieran su propia historia. Mustafa creó la sociedad de historia turca, donde no existían dentro del imperio los armenios. En 1934 creó la Ley de Apellidos. Fue borrando toda la historia pasada. Incluso borró el alfabeto cambiándolo al latín. Es tabú para los mayores. De 1923 a 1938 que muere, fueron parte de la revolución que salvó a la patria de Europa. Ese líder positivo para los turcos quedó en sus inconscientes. Si es tabú es porque, como dijo Hitler, ese líder hizo todo para salvar a su patria.