Su madre de 75 años lo cuidó durante todo ese tiempo. Se trata de Wang Shubao, el hombre chino que quedó en estado vegetativo a sus 36 años después de un accidente automovilístico. Había perdido a su padre de joven y su madre se hizo cargo por sí sola de los cuidados. Se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para bañarlo, alimentarlo, estimular sus músculos y curar sus heridas.
La mujer, Wei Mingying, no sólo dedicó todos sus días al cuidado de su hijo sino que también invirtió todos sus ahorros en ello, viviendo momentos de mucha necesidad para costear el tratamiento. Contó que muchas veces dejó de comer, casi un mes completo y solamente tomaba agua. Hace unos días su hijo había sonreído y ella lo tomó como una señal. A los poco días despertó del coma y se encontró con las lágrimas de su madre.
La mujer dijo que ahora su mayor deseo es que su hijo pueda seguir mejorando cada día, que pueda reírse e incluso volver a llamarle “mamá”.