Por Matías Gregorio – Desde la redacción
Terminó. Atrás quedaron las disputas, discusiones y negociaciones por definir el lugar y horario. Ya lejos están en la memoria los argumentos previos de ambos entrenadores. Las predicciones de los hinchas pasaron a ser a una mera anécdota, como así también los dichos de los jugadores. Ahora, para Rosario Central, se asoma en el horizonte las semifinales de la Copa Argentina, mientras que para Newell’s el futuro es incierto y De Felippe quedó más afuera que adentro del club del Parque Independencia.
El triunfo de esta tarde en Sarandí se convirtió en el primero en la historia de Bauza sobre el equipo rojinegro como entrenador de Rosario Central. Y no fue uno más. El DT llegaba cuestionado por la forma de jugar de su equipo y los flojos resultados en Superliga (hace seis partidos que no gana en el torneo local). A partir de ahora, la mirada será distinta. Bien sabe el ceno del cuerpo técnico y los propios jugadores que aún queda mucho en el haber futbolístico. Pero tan cierto como eso es que hoy sólo importará una cosa: festejar la victoria.
Newell’s llegaba con mejores aires a este encuentro, tras una buena racha en el Marcelo Bielsa. Ganó los últimos tres partidos de local en el torneo doméstico y hasta superó a los canallas en la tabla de los promedios. Pero poco significará para el hincha el triunfo del pasado lunes ante Argentinos. Poca consideración tendrá la tarea de un cuerpo técnico que por momentos sacó agua de las piedras.
Y por allí pasó la diferencia del encuentro. El peso en ataque y la diferencia en la jerarquía individual quedó demostrada. Se sabe que los presupuesto que manejan ambos clubes no son los mismos, aunque eso tampoco asegura la victoria. Y si no vale repasar la primera etapa.
De aquí en adelante, Bauza y todos sus dirigidos deberán trabajar para aprovechar el envión anímico y crecer como equipo. En caso de dormirse en los laureles, la realidad los cacheteará pronto.
Para Newell’s, la derrota no debe significar otra cosa que mentalizarse en el torneo local y sumar en la tabla de abajo. Es que su rival cuenta con más recursos para salir de ese lote. Por eso, ya sea De Felippe o el que asuma en su lugar, no deberá perder la brújula de lo realizado hasta el momento. Es difícil que una derrota como la de esta tarde no llené el barco de agua. Será tarea de todos volver a salir a flote.