Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
Mauricio Larriera siempre pregonó cierto lirismo futbolítico. El entrenador uruguayo mostró su admiración al juego ofensivo de Marcelo Bielsa y Pep Guardiola, y en cada conferencia de prensa nunca parece desenfocarse sin importar críticas externas o preguntas punzantes. «Soy un caballero», esgrimió en más de una ocasión, algo que se refleja en la cancha y fuera de ella.
Pero Larriera es un hombre de fútbol, sabe cuáles son las reglas y las acepta, aunque como muchos entrenadores no esté de acuerdo del todo. Y uno de los axiomas básicos de este deporte, en especial en Argentina, y mucho más en Rosario, es que los resultados mandan. No da lo mismo ganar que perder, mucho menos un Clásico. No pasa inadvertido si el equipo no clasifica a una instancia decisiva o queda eliminado de una Copa. Por eso no debería sorprender su ‘sincericidio’ tras la victoria ante Defensa. A la hora de hablar de la idea de juego que le trata de imponer al equipo, el DT uruguayo fue muy claro: «Hoy priorizo ganar por sobre el juego. Soy resultadista».
Con el 57% de efectividad, nada mal para una campaña, Larriera entiende que los cuestionamientos de los hinchas por haber perdido en los partidos más importantes y por el flojo juego que se observa en cancha, sólo puede revertirlo a partir de victorias. Y en estos dos partidos que restan antes del receso, esa idea no cambiará.
Y no está tan errado Larriera. Si no avanza de fase en la Copa Argentina frente a los suplentes de Riestra posiblemente su estadía en el banco leproso hubiera estado más que en duda. Y el inicio con seis puntos sobre nueve en la Liga, acercándose a los puestos de Copa, es un seguro que tiene para que la dirigencia no analiza darlo de baja en este largo receso por Copa América.
Hoy los resultados le dieron continuidad a Larriera. Pero en el futuro cercano, ese donde llegarán tres o cuatro refuerzos y el equipo intentará quedarse con algo, Newell’s deberá jugar mucho mejor. Porque ganar, casi siempre, es consecuencia de jugar bien. Y hoy la Lepra no juega bien.