Martín Lucero, secretario General del gremio de maestros particulares, analizó la medida de fuerza que llevan adelante junto a Amsafe
El gremio de docentes particulares Sadop Rosario realiza este miércoles, al igual que Amsafe, el segundo día de paro debido al rechazo al aumento salarial ofrecido por el Gobierno provincial en la negociación paritaria.
Este martes, de acuerdo a lo relevado por Sadop, en la ciudad el acatamiento al paro alcanzó el 90%, y “el impacto pudo ser mayor en función del paro de transportes y la situación general de inseguridad que hace que las familias no manden sus hijos a las escuelas”, manifestó Lucero y agregó: “El silencio del Ministerio de Educación solo aporta confusión al sistema educativo. Esperábamos que el Gobierno hubiera tenido una actitud distinta para con la docencia. Evidentemente el problema es con nuestro sector y este conflicto es responsabilidad exclusiva del gobernador que ha elegido a la docencia como blanco de sus embates”.
Y concluyó: “Estamos en paritarias desde el 4 de enero y no hubo una propuesta digna. Nos juntaron para una y otra foto. A los demás gremios los llamaron tres veces en dos semanas y le mejoraron la oferta en cuatro ocasiones”.
«Tres amenazas en una semana y explicaciones light»
“Hay una gran irresponsabilidad tanto de la entidad propietaria como del Ministerio de Educación porque esta escuela y varios de sus docentes, la semana pasada fueron objeto de amenazas. El dueño dijo jocosamente que había un 98% de posibilidades de que sea una broma infantil. La respuesta del Ministerio fue, ya se activó el protocolo. Ambos minimizaron la situación y hoy aparecen los casquillos en la puerta”. Con esta afirmación, Martín Lucero, secretario General de Sadop Rosario, se refirió a lo que está sucediendo en la escuela Cooperación de Villa Gobernador Gálvez.
Desde Sadop Rosario manifestaron estar muy preocupados por la integridad de los docentes que trabajan en el establecimiento porque la semana pasada al menos 4 fueron amenazados en sus teléfonos personales y “en una primera versión, la entidad propietaria rápidamente deslizó que podían provenir del sindicato porque coincidían con un día de medidas de fuerza, luego que se trataba de una broma de chicos y hoy cuando aparecen casquillos dicen que son antiguos y que lo más factible es que alguien pasó y los dejó en ese lugar. Como si todas fueran simples coincidencias”.
Desde el sindicato exigieron a la justicia y al gobierno provincial que se esclarezca el origen de estas amenazas y se tomen los recaudos necesarios para que no vuelvan a ocurrir porque “al parecer nadie se está dando cuenta que es la única escuela en la que hay tres amenazas seguidas y versiones rápidas de deslindes de responsabilidades”.