Por Andrea Astiasuain
Lunes. Ocho de la noche. Centro Cultural La Toma. La cita estaba pactada ahí, donde nueve organizaciones sociales se juntan a pensar, discutir, intercambiar experiencias y poder trabajar en conjunto con las personas en situación de calle.
El Colectivo de Organizaciones de Situación de Calle nace hace dos años y está compuesta por Manos Solidarias, Empoderar para Transformar, Rosario Solidaria, Refugio Sol de Noche, Ciudad Unida, Jabes, Movimiento de Acción Solidaria (MAS), Causa, y Comunidad Padres Misericordiosos. El objetivo que las mueve es ayudarse entre las distintas organizaciones. Sin embargo, la consolidación inicial del colectivo se da con la realización de un censo tras notar que se “necesitaba información de las personas en situación de calle”, cuenta Luciano, integrante del MAS, a Con La Gente.
El censo, realizado en noviembre de 2017, muestra que 389 personas fueron relevadas en situación de calle. Pero, ¿qué se entiende por “personas en situación de calle”? “Toda persona o grupo de personas que habitan las calles o el espacio público de manera permanente o transitoria, sin importar si acude o no a uno de los paradores nocturnos que brinda la ciudad: si alguna vez a la semana duerme en calle, ya es considerado en dicha situación”, responde Josefina, del Refugio Sol de Noche.
Cada organización tiene su propio plan de acción. Algunas, como MAS o Manos Solidarias, realizan recorridas nocturnas y entregan viandas o ropa en distintos puntos de la ciudad. Otras, como Sol de Noche, ofrecen alojamiento, mientras que también hay organizaciones que llevan adelante diversos talleres, como lo hace el colectivo Empoderar para Transformar.
Todos los meses el Colectivo se junta con la Municipalidad, particularmente con la Secretaría de Desarrollo Social, porque entienden que la construcción se realiza con el Estado. Los reclamos son varios: principalmente buscan que el Área de Situación de Calle se jerarquice y amplíe la cantidad de trabajadores, ya que prácticamente no hay operadores de calle y es el primer contacto con la gente que está en dicha situación.
“A partir de ahí la idea es que empiecen a pensarse estrategias que realmente sean a largo plazo y que no sean sólo herramientas para paliar el invierno o solamente salvar cuestiones momentáneas. Que sean herramientas que generen un cambio real en las personas en situación de calle, con acompañamiento real a largo plazo”, dice Luciano.
Josefina plantea que se necesita un “cambio o la inclusión de una nueva perspectiva”. Luciano, mientras, agrega: “En esa lógica tuvimos una reunión con la Comisión de Derechos Humanos del Concejo para pedir que se generen cambios en la normativa. La de Control y Convivencia, particularmente”.
Hacen referencia a Control y Convivencia por una serie de hechos que involucraron a personal del Control Urbano, con quienes conviven en el espacio público. “Considero que la persona en situación de calle en sí es, sobre todo, una persona y merece el respeto como cualquier otra”, dice Verónica de Manos Solidarias. Josefina, en otro orden, insta a “poner un dispositivo en particular para personas en situación de calle y de ese modo hacer lo que venimos planeando desde siempre: el abordaje integral de la persona”.
Diferentes organizaciones y diferentes puntos de vista. Sin embargo, todas concuerdan en que la situación empeora: “Si bien no hay un censo de este año, al recorrer las calles tanto en la noche como a la mañana nosotros podemos decir que se incrementó la cantidad de personas en situación de calle con respecto al invierno pasado”.
Según la Constitución Nacional y la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, el derecho a la vivienda, la alimentación, la vestimenta y la salud son los básicos de cualquier persona. Ante las medidas neoliberales del gobierno nacional y la constante vulneración de dichos derechos, el trabajo que realizan estas organizaciones se hace cada vez más difícil pero no imposible.
“Ver si puede cambiar un poco la realidad”. “De qué forma se puede transformar”. “Llegar de diferentes maneras a encontrarle una solución y poder encontrarte después de un año o dos con una persona que logró conseguir un techo”. Distintas experiencias y distintas respuestas, pero el objetivo que reúne a estos espacios está claro: que nadie tenga que vivir en situación de calle.