Para reducir la inflación en el precio de los alimentos, el Gobierno de Lula reactivó al asumir en enero la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), que había sido colocada en agenda para privatizar por la gestión del ex mandatario Jair Bolsonaro
El primer año de gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, terminará con deflación en el precio de los alimentos de la canasta básica, los más baratos desde 2017, según datos oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgados este jueves.
Según el Índice Nacional Amplio de Precios al Consumidor 15 (IPCA 15), la caída de precios de los alimentos en general durante 2023 fue del 0,82 por ciento, una deflación que no se registraba desde 2017.
El IPCA 15 divulgado por el IBGE es un anticipo del índice de inflación mensual, lo cual es utilizado para los agentes del mercado y el gobierno para preparar las proyecciones macroeconómicas con una semana de anticipación.
El aceite de soja, la cebolla, el pollo y cortes populares de carne como picaña y alcatra (cuadril) se encuentran entre los principales productos que generaron la deflación durante 2023 en el rubro alimentos de la canasta básica.
La mayor caída anual fue el aceite de soja, que bajó su precio de enero a diciembre en 27,5%, favorecido también por la mayor oferta del producto, del cual se espera una cosecha récord en 2023.
En la otra punta, el arroz, que forma parte de la mesa diaria de los brasileños junto con el frijol o poroto, aumentó en el año 23,69%, influenciado por la tragedia ambiental provocada por los cinco ciclones que durante 2023 afectaron el estado de Río Grande do Sul, el mayor productor de arroz del país.
Las bebidas sin alcohol y agua mineral subieron un 7,4% y el pan francés un 4%, según el IBGE.
En diciembre, el IPCA 15 aumentó 0,40 por ciento, contra el 0,52% en la comparación interanual.
Con los resultados, el índice IPCA 15 -en el cual sólo se analizan 15 productos- acumuló hasta diciembre una suba del 4,72 por ciento.
El ministro de Economía, Fernando Haddad, aseguró este jueves que el ítem que más subió en la canasta del índice inflacionario es el pasaje de avión, cuyo precio avanzó 65% en cuatro meses.
«Este es un aumento que nos está preocupando mucho», dijo Haddad en conferencia de prensa, en la cual manifestó que el gobierno busca un programa para bajar en 2024 el costo de los vuelos domésticos.
El ministro anunció que el gobierno buscará reducir las exenciones de los aportes patronales en 17 sectores para aumentar la recaudación sin recortar las partidas sociales del presupuesto del próximo año.
Según el Boletín Focus del Banco Central divulgado el lunes, analistas de las principales entidades financieras redujeron de 4,49% a 4,46% la expectativa del avance del índice de inflación, llamado IPCA.
Para 2024, la proyección del mercado financiero sobre la inflación cayó del 3,93% al 3,91%.
Las previsiones están dentro del margen de la meta definida por el Consejo Monetario Nacional (CMN), que es de 3,25% en 2023 y de 3% el año próximo, en ambos casos con 1,50 puntos porcentuales de tolerancia para arriba o para abajo.
En 2023, la tolerancia para llegar a la meta fijada por el Banco Central es del 4,75% anual de inflación, para la cual el Banco Central utiliza la suba o la baja de la tasa básica de interés de la economía.
El economista Luiz Roberto Cunha, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, explicó que la oferta de alimentos se debió a que el país alcanzó este año una cosecha récord de granos.
«La población de menores ingresos tuvo un año mucho mejor que los anteriores. El programa social Bolsa Familia regresó y el salario mínimo tuvo un aumento real (por encima de la inflación) a principios de año. Y ahora, a finales de año, estaba Desenrola, el plan para ayudar a reducir deudas», dijo Cunha a la cadena de noticias Globo.
Para reducir la inflación en el precio de los alimentos, el Gobierno de Lula reactivó al asumir en enero la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), que había sido colocada en agenda para privatizar por la gestión del ex mandatario Jair Bolsonaro.
La Conab funciona como un regulador de los stocks y participa de las políticas públicas contra el hambre y la inseguridad alimentaria, además de estabilizar los precios de los productos de la cesta básica de alimentos.