Prometió "aniquilar" a Hamas y ataca sin cesar el territorio palestino, donde han muerto unas 18.800 personas, el 70% de ellas mujeres y menores
Israel continuó hoy bombardeando la Franja de Gaza, pese al aumento de la presión externa para que decrete un alto el fuego e interna para negociar la liberación de rehenes secuestrados por el movimiento islamista palestino Hamas.
Los llamados al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a una tregua que permita recuperar a más rehenes crecieron tras saberse que tropas israelíes mataron en Gaza a tres rehenes «por error» tras confundirlos con combatientes palestinos.
Los tres rehenes formaban parte del grupo de los cerca de 240, incluyendo una veintena de argentinos, capturado el 7 de octubre en Israel por milicianos de Hamas que se infiltraron desde Gaza y asesinaron a más de 1.100 personas, en su mayoría civiles.
Unas 129 personas permanecen cautivas en la Franja de Gaza.
Israel prometió «aniquilar» a Hamas y bombardea sin cesar desde entonces el territorio palestino, donde han muerto unas 18.800 personas, el 70% de ellas mujeres y menores, según el Ministerio de Salud del enclave, gobernado por Hamas.
«Mueren demasiados civiles», dijo la canciller francesa, Catherine Colonna, en Tel Aviv al visitar hoy Israel, desde donde instó a «una nueva tregua humanitaria inmediata y duradera».
Su homólogo israelí, Eli Cohen, reiteró la posición de su Gobierno, para quien un alto el fuego es «un regalo para Hamas».
En el norte de la Franja se podían ver hoy espesas humaredas tras nuevos bombardeos israelíes, informó la agencia de noticias AFP.
El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas informó de 24 muertos en un bombardeo israelí contra el campamento de refugiados de la norteña Jabaliya, muchos de los cuales quedaron bajo los escombros.
Otros bombardeos mataron al menos a 12 personas en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, agregó el ministerio, y testigos también informaron de ataques aéreos en la ciudad meridional de Bani Suheila.
También hubo intensos combates en Ciudad de Gaza, la mayor del enclave, en el norte, donde varios hospitales sufrieron ataques israelíes desde el inicio de la ofensiva, informó AFP.
El servicio de urgencia del Hospital Al Shifa, de Ciudad de Gaza y el más grande de la Franja, es «un baño de sangre», con cientos de pacientes en el interior y nuevos heridos que llegan «cada minuto», afirmó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS explicó que ayer pudo llegar al hospital y entregar insumos que se necesitaban con desesperación.
Los ataques israelíes han devastado gran parte del territorio, y la ONU estima que 1,9 millones de gazatíes, del total de 2,3 millones, se han visto forzados a dejar sus casas.
El papa Francisco lamentó hoy al final de la plegaria del Ángelus la muerte el sábado de dos mujeres cristianas en un ataque israelí a la única parroquia católica de Gaza y dijo que en el territorio hay «civiles indefensos» que son blanco de disparos y bombardeos.
El Patriarcado latino de Jerusalén aseguró ayer que las dos mujeres, madre e hija, murieron por disparos de un francotirador del Ejército israelí en la parroquia de la Sagrada Familia de Ciudad de Gaza.
En la iglesia, la única católica de toda Gaza, una región casi totalmente islámica, se refugian la mayoría de las escasas familias cristianas que hay en el territorio costero.
En Israel, la presión es cada vez mayor para liberar a los rehenes todavía cautivos en Gaza.
Cientos de personas se manifestaron ayer en Tel Aviv y luego acamparon delante de la sede del Ministerio de Defensa para reclamar el regreso de sus familiares.
«El Gobierno israelí debe (…) poner sobre la mesa su mejor propuesta para traer a los rehenes vivos. Vivos», insistió Ruby Chen, padre de Itay Chen.
Más de 100 israelíes y extranjeros capturados fueron liberados a cambio de 240 prisioneros palestinos durante una tregua de una semana en noviembre, auspiciada por Qatar.
Qatar reiteró ayer que llevaba a cabo «esfuerzos diplomáticos para restablecer una pausa humanitaria».
Pero según Netanyahu es necesario «mantener la presión militar» para traer de vuelta a los rehenes y acabar con Hamas, y el premier ya ha dicho que la ofensiva continuará «hasta el final, hasta la victoria».
Hoy, al comienzo de la reunión de gabinete, Netanyahu leyó una carta que dijo haber recibido de familiares de militares fallecidos en Gaza en la que lo emplazan a seguir adelante con la ofensiva militar.
«No tiene usted ninguna obligación de parar en medio de la lucha», leyó Netanyahu la carta de los familiares en voz alta.
El Ejército israelí anunció hoy la muerte de otros dos soldados en combates en la Franja de Gaza, con lo que se elevó a 121 el total desde el inicio de la etapa terrestre de la ofensiva, a fines de octubre.
Según la página de informaciones Axios, el jefe de los servicios de inteligencia israelíes, David Barnea, se reunió la semana pasada con el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, que participó en las negociaciones de la anterior tregua.
Hamas dijo que rechaza «cualquier negociación» si «la agresión contra nuestro pueblo no cesa completamente», según informó en Telegram.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, también estará en Israel, Bahréin y Qatar esta semana para reiterar «el compromiso de Washington en reforzar la seguridad y la estabilidad regionales».
Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, ha urgido estos últimos días una fase de «menor intensidad» en la operación israelí, para proteger a los civiles.
El jefe de la diplomacia británica, el canciller David Cameron, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock, también llamaron a un «alto el fuego duradero», en un texto publicado hoy en el diario británico The Sunday Times.
Fuera de Gaza, el Gobierno autónomo palestino informó que tropas israelíes mataron hoy a cinco palestinos en Cisjordania, los otros territorios palestinos, que están ocupados y colonizados por Israel, y donde la violencia se disparó con el conflicto Hamas-Israel.
La guerra también hace temer un aumento de las tensiones en la región, especialmente en Líbano, donde se encuentra el movimiento islamista proiraní Hezbollah, aliado de Hamas.
En el norte de Israel, en la frontera con Líbano, hay cruces de disparos a diario entre el Ejército israelí y Hezbollah.
Y en el mar Rojo, una estratégica ruta comercial por la que circulan 20.000 barcos cada año, varias grandes compañías mundiales de transporte marítimo suspendieron el paso de sus navíos debido a los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen, cercanos a Irán, presentados como una muestra de apoyo a Hamas y los palestinos de Gaza.