Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Central no para de sumar en este torneo. El Canalla ha cosechado más del 60 por ciento de los puntos. Si bien la sumatoria comenzó en el primer juego de todos, el equipo ha conseguido en sus últimas presentaciones el sello de Miguel Ángel Russo.
El Canalla tiene virtudes y problemas, como todos los que compiten en el fútbol de primera división del país. A la hora de encontrar una de las principales características positivas que muestra hay que centrarse en que es un equipo de Russo.
Mirar hoy a Central remite inmediatamente a su entrenador. Un técnico serio y trabajador. Así hoy es este equipo. El Canalla luce serio en cada partido, se pone el overol antes de salir a jugar y recién se lo saca una vez que el árbitro le pone fin a los partidos.
Por supuesto que esta identificación con su entrenador no ha sido fácil de conseguir. Le ha costado a este equipo ser un rival duro para sus adversarios, principalmente cuando le ha tocado salir de visitante. Central fue vulnerado por Lanús y Sarmiento, los dos peores encuentros que ha disputado.
Como todas las cosas buenas hubo un comienzo y ese primer paso hacia la obtención del sello de su técnico se vio cuando visitó a Huracán. Ese mismo día, más allá de la victoria, hubo un cambio. Por supuesto que mucho influyó el hecho de que en ese partido jugó con tres centrales, pero principalmente en ese duelo el Canalla mostró otro rostro. Se lo vio sólido, seguro de sí mismo y batallador.
Lograr que un equipo tenga el sello de su entrenador no es fácil. Pero este equipo lo ha logrado. Mérito de los jugadores y del cuerpo técnico, lógicamente. Un grupo de trabajo que ha sabido cómo corregir los errores y que ha potenciado las virtudes. Esta vez tuvo como “amigos” a los resultados, ya que Russo corrigió y logró consolidar su idea en un equipo que comenzó a sumar desde el mismo partido.
Queda mucho por delante. Pero Central hoy tiene el sello de su DT. Mirar atrás a veces sirve y otras no, pero para dimensionar lo que hoy tiene sin dudas hay que girar la cabeza y observar de dónde comenzó. La lucha por sumar sigue, después se verá si puede aspirar a algo más. La historia sigue y se vendrán partidos complejos, pero afrontar los mismos con un ADN definido es mucho mejor. Este Central tiene el sello de Russo, de eso hoy no hay dudas.