Las dosis en las mucosas de la nariz están pensadas como una estrategia que aporte inmunidad a más largo plazo
La reducción en los índices de mortalidad del covid-19 fue el principal logro que se alcanzó con la distribución de las vacunas desarrolladas por distintos laboratorios del mundo, que jugaron un rol determinante para que poco a poco se fuera regresando a la normalidad tras los momentos más duros de la pandemia. Y en la actualidad los científicos apuntan fundamentalmente a la prevención.
Mientras los contagios siguen subiendo a pesar de que la enfermedad ya no tiene el mismo impacto sobre la salud en cuanto a su letalidad, hay más de una decena de desarrollos que buscan reducir el riesgo de que las personas contraigan el virus mediante vacunas nasales.
Las dosis en las mucosas de la nariz se han pensado como una estrategia de vacunación que aporte inmunidad a más largo plazo. Durante 2022 se han estado evaluando 14 vacunas nasales contra el covid en ensayos clínicos, según la Organización Mundial de la Salud.
Cómo funcionan las vacunas nasales contra el covid-19
El coronavirus ingresa en el organismo a través de gotitas o aerosoles que entran en la nariz, la boca o los ojos, y puede causar una enfermedad grave si desciende profundamente a los pulmones y provoca una respuesta inmune hiperactiva e inflamatoria. Esto significa que el primer contacto del virus con el sistema inmunitario se produce probablemente a través de las superficies de la nariz, la boca y la garganta.
Cuando las personas adquieren la infección se generan los anticuerpos IgA en la saliva, el líquido nasal y las lágrimas como respuesta inmunitaria. Teniendo en cuenta esto, algunas investigaciones sugieren que si esas respuestas de anticuerpos IgA se forman como resultado de la vacunación se puede hacer que el virus solo quede confinado a la nariz y no avance al resto del organismo.
Ya existían este tipo de vacunas para la gripe, que se administra por vía nasal. De acuerdo con el profesor emérito de microbiología e inmunología de la Universidad de Buffalo, Michael Russell, las vacunas aplicables en las mucosas tienen ventajas.
«La mejor manera de proteger a una persona contra el covid-19 es bloquear el virus en su punto de entrada o, al menos, confinarlo a las vías respiratorias superiores, donde puede causar relativamente pocos daños», escribió en un artículo en The Conversation.
Se considera que si las vacunas nasales generan anticuerpos IgA se podría neutralizar al coronavirus y disminuir así su transmisibilidad. En cambio, las inmunizaciones actuales (que se han aplicado por inyección en el brazo) no inducen respuestas de anticuerpos IgA.
Uno de los desarrollos en estudio se lleva a cabo en la Universidad de Yale, en los Estados Unidos. Según contó la científica Akiko Iwasaki, la vacuna nasal que investiga con su equipo podría usarse como dosis de refuerzo. Permitiría «una inducción inmunitaria robusta en la cavidad nasal, así como en el tracto respiratorio inferior, estableciendo células de memoria resonantes tisulares».
En el estudio, los investigadores administraron la vacuna nasal a ratones y hámsteres con resultados prometedores, y el siguiente paso será probar la eficacia y posible toxicidad de la vacuna en primates no humanos, lo que puede llevar aproximadamente entre 6 y 12 meses.
En Australia también se desarrolla una investigación sobre otra vacuna nasal, que recibió un subsidio de casi un millón de dólares y será realizada en el Centenary Institute y la Universidad de Sidney. El investigador jefe, el profesor Warwick Britton, afirmó que urgen nuevas estrategias de vacunación.
«Aunque las vacunas aprobadas reducen sustancialmente la gravedad de la enfermedad y la hospitalización, hay pocas pruebas de que bloqueen la transmisión del virus, especialmente en el caso de las nuevas variantes emergentes», afirmó.
«Esto se debe a que las vacunas intramusculares actuales no estimulan la producción de anticuerpos neutralizantes del virus ni de células T en la cavidad nasal y las vías respiratorias, lugares donde comienza la infección en el organismo», explicó. Una parte fundamental de la investigación será el desarrollo de una forma estable de la vacuna en polvo seco para facilitar la administración nasal.
A principios de diciembre, el Gobierno de China autorizó el uso de emergencia de una vacuna en aerosol nasal contra el covid. Fue desarrollada por el microbiólogo de Hong Kong Yuen Kwok-yung y su equipo, en colaboración con una universidad y una empresa farmacéutica de China continental, Wantai.
En tanto, en la India, el fabricante de vacunas Bharat Biotech International Limited anunció esta semana que comercializará la vacuna nasal iNCOVACC a fines de enero de 2023. Se usará como dosis de refuerzo después de haber recibido el esquema primario con vacunas por inyección.