En el marco de la campaña «Los alimentos no se tiran», que busca reducir el desperdicio de alimentos, la Municipalidad continúa recorriendo locales gastronómicos con el fin de adherir más comercios. La estrategia pretende dar a conocer entre los comensales su derecho a llevarse los alimentos que no sean consumidos, y ya lleva más de 200 locales comerciales comprometidos en toda la ciudad.
No son sobras, es otra comida, es el lema que se utiliza para acompañar esta iniciativa impulsada por la Secretaría de Ambiente y Espacio Público municipal junto a la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario (AEHGAR). Apunta a que los consumidores sepan que es un derecho pedir y poder llevarse aquellos alimentos no consumidos en el lugar, y a generar conciencia en los locales para reducir así la cantidad de residuos generados.
En ese sentido, gastronómicos de los corredores Pellegrini, Pichincha y la Costanera, donde se realizó esta campaña en los últimos días, se sumaron con adhesivos identificatorios en la puerta y en las cartas de menú con la leyenda los alimentos no se tiran.
“Llevarse los alimentos que no se consumen en los locales gastronómicos es un derecho adquirido en la ciudad y es la primer ciudad del país que lo tiene como derecho asumido amparada en la ordenanza municipal aprobada en 2016 (Nº 9558)”, sostuvo Cecilia Álvarez, subsecretaria de Ambiente municipal.
Tras recorrer los primeros corredores gastronómicos, la actividad continuará en los próximos días por la avenida San Martín, al sur de la ciudad. Así, se continuará en cada paseo para lograr adhesiones en toda la ciudad.
En Rosario y en el mundo
“Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician a causa de prácticas inadecuadas o malos hábitos de consumo –detalló Álvarez-. Evitando un 25% de este desperdicio, terminaríamos con el hambre en el mundo. Por eso hablamos de un problema de escala global pero en el que podemos accionar a nivel local para reducir dicho desperdicio”.
A su vez, en Rosario casi 200 toneladas diarias se arrojan a la basura, es decir que una persona desperdicia entre un kilo y un kilo y medio de alimentos por semana. “La ciudad ha asumido el compromiso de trabajar en el desperdicio de alimentos como una política pública y eso lo hacemos a través del trabajo desde el Estado, con sectores de la actividad privada”, manifestó.
Por ello, desde el 2016 se vienen llevando distas acciones para concientizar a la población. La primera medida, fue la elaboración de la guía práctica para reducir el desperdicio de alimentos.
La recuperación de frutas y verduras, a ritmo sostenido
Tras el convenio firmado el pasado junio junto al Mercado de Productores y el Banco de Alimentos Rosario, con el objetivo de recuperar los alimentos que en el proceso de comercialización de algunos puesteros podrían desperdiciarse, ya se donaron más de 50 mil kilos de estos alimentos a 185 entidades benéficas de la ciudad.
El proceso de rescate de alimentos lo realizan cuatro mujeres que antes iban diariamente al relleno sanitario, quienes de esta manera consiguieron un espacio de trabajo con mejores condiciones. Su tarea consiste en la disposición de tachos para el almacenamiento de frutas y verduras que, por diferentes causas son descartadas por los puesteros. Luego las clasifican para su limpieza y procesamiento de embalaje con el objetivo de que se conserve en buen estado para que diferentes entidades lo retiren.
En junio del año pasado se recuperaban 5 mil kilos de verduras por mes; actualmente son cerca de 7 mil, que en vez de tirarse, sirven de alimento y nutrición a aproximadamente 36 mil personas.