El 3 de octubre de 1995, el equipo de Liniers perdió con el conjunto brasileño en los octavos de final de la Supercopa y se desató un hecho que quedó grabado en la memoria futbolera
El 3 de octubre de 1995, el por entonces jugador de Vélez Flavio Zandoná protagonizó uno de los hechos más recordados en el mundo del fútbol al golpear duramente al brasileño Edmundo y desatar una batalla campal en un duelo del equipo de Liniers con Flamengo.
El episodio ocurrió en el marco del partido de vuelta de los octavos de final de la Supercopa, en la que Vélez tenía el objetivo de remontar un 3-2 en contra sufrido en la ida, pero en el complemento caía por 3 a 0.
En ese contexto, el brasileño Edmundo -autor de uno de los tres goles- comenzó a lucirse ante el enojo de los rivales, principalmente de Zandoná, quien le propinó un manotazo en la cara a modo de “aviso”.
Sin embargo, Edmundo redobló la apuesta, le mostró tres dedos – como burla por el resultado- y le pegó un cachetazo, lo que provocó una reacción del futbolista argentino que, aún el día de hoy, es sumamente recordada.
Zandoná, primero, le devolvió el golpe con la misma intensidad, pero luego regresó a la carga con una dura trompada desde atrás que desató la batalla campal, con una patada voladora del reconocido Romario, como una de las primeras respuestas, antes de que el árbitro uruguayo Ernesto Filippi diera por finalizado el encuentro.
“Está todo bien, lo importante es que nosotros seguimos en la copa y ellos no”, declaró Edmundo después del partido y del caótico final. Zandoná, por su parte, defendió su accionar: ”Yo pienso que, cuando vas 3-0, que te carguen, se te pongan al lado tuyo y te hagan con los dedos el tres y te den un cachetazo, eso colma la paciencia de todos. Lo volvería a hacer, no estoy arrepentido de nada”, señaló.
Este año, en la antesala del enfrentamiento entre el “Fortín” y Flamengo por la Copa Libertadores -con victoria contundente del elenco de Brasil en la serie-, el ex jugador se volvió a referir a lo sucedido y ratificó que volvería a pegarle a Edmundo.
“Después de todo este tiempo, volvería a hacer lo mismo. Le pegaría de nuevo pero de frente, no de atrás”, afirmó el “Chino”, 27 años más tarde.