Andres Lamboy, el hombre de 45 años que había sido testigo en el juicio a Mario Segovia y el pasado martes había sido atacado a balazos por sicarios en Fisherton, permanecía internado en estado crítico y en terapia intensiva, tras ser operado dos veces en las últimas horas.
Por el momento no había detenidos y tampoco una hipótesis clara en torno al ataque perpetrado en el que al menos se realizaron una veintena de disparos, nueve de los cuales dieron en la humanidad de Lamboy.
El herido fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con una herida en el tórax, dos en abdomen y seis en las piernas, la parte que quedó más al descubierto, ya que el hombre, alcanzó a guarecerse bajo las ruedas de su camioneta Dodge RAM.
Mientras uno de los balazos le perforó la vejiga y otro le rozó el corazón provocándole un neumotórax, sufrió una fractura de fémur y perforación en el duodeno.
Lamboy, quien fue atacado poco después de dejar a sus hijos en el colegio, permanecía internado en terapia intensiva en estado crítico y con pronóstico reservado, tras ser operado durante ocho horas.